Y es que hasta el propio jugador, tendido en el césped, miró sorprendido y horrorizado su propio dedo en el partido ante el Hertha de Berlín.
Sorprendentemente, el médico del equipo recolocó el dedo de Wagner en la banda, entre los gritos de dolor del atacante. Pese al incidente, el jugador, una de las estrellas del Hoffenheim, pudo volver al terreno de juego y acabar el encuentro.
Wagner atraviesa un buen momento: ha marcado 11 goles en 11 partidos de Bundesliga.