2024 vuelve a ser prometedor para el Liverpool, aunque también de muchas emociones. La EFL Cup pudo ser el último título de Jürgen Klopp, pero el alemán quiere despedirse de Anfield por todo lo alto con otra Premier League. Sería la segunda en su periplo por el barrio de Merseyside, la segunda en la historia del club desde la refundación del torneo en 1992. El mejor colofón posible a un proyecto que le devolvió la grandeza a una entidad en depresión.
También sería una manera fantástica de resarcirse por cómo fue la primera. El Liverpool ganó el título en 2020, el último año bisiesto, en medio de una pandemia que obligó a vaciar los estadios y dejó solos a los protagonistas en su celebración. La diferencia es que en esta batalla tampoco será tan individual como la de aquel curso en la que no solo vimos a un peor Manchester City, es que los 'reds' firmaron una temporada histórica.
El equipo de Jürgen Klopp levantó el trofeo tras sumar 99 puntos y aventajó en 18 a los 'sky blues', subcampeones con 81. Por detrás, tercero y cuarto (Manchester United y Chelsea) acabaron con 66. El Liverpool tan solo perdió tres partidos y el primero de ellos fue precisamente un 29 de febrero como el que volvemos a vivir en este 2024 bisiesto. Un día que tuvo mucho significado en los libros de récords de la Premier League.
Aquel día, el club de Merseyside visitaba al Watford en Vicarage Road tras 44 jornadas sin perder. Los 'hornets' se encontraban colistas y con el técnico Nigel Pearson como sustituto tras el despido de Quique Sánchez Flores. El mejor contexto posible para una de las clásicas sorpresas a las que nos acostumbra el fútbol inglés, y es que el pequeño acabó tumbando al gigante por 3-0.
Tras una primera mitad de dominio visitante, el Watford sorprendió en la segunda. A los 54 minutos, Abdoulaye Doucouré peleó un saque de banda dentro del área y tiró de cuerpo para acabar sirviendo a Ismaïla Sarr en el punto de penalti, donde este solo tuvo que empujar el balón para batir a Alisson Becker. Solo seis después, en el 60', el senegalés que ahora juega en el Olympique de Marsella firmó su doblete con una carrera entre Van Dijk y Lovren que le dejó solo ante el meta del Liverpool. Lejos de ponerse nervioso, lo batió picando el balón antes de echarse la mano al oído ante el júbilo de su grada.
La comparsa 'red' acabó con un gravísimo error de un Trent Alexander-Arnold que entonces parecía infalible. El lateral cedió un balón a su propio área que cazó Sarr ante Alisson, al que sacó de su lugar bajo los palos. Amagó dos veces, miró atrás y vio a Troy Deeney completamente solo para que embocara un 3-0 que para Jürgen Klopp fue hasta positivo. "Ahora podemos volver a jugar al fútbol con libertad, sin presión", dijo tras el partido.
Y es que con esa derrota, el Liverpool perdió la opción de superar el récord de partidos imbatido en la historia de la Premier League. Con 44 se quedó a solo cinco de igualar los 49 del Arsenal de los 'Invencibles', que no perdió entre el 7 de mayo de 2003 y el 24 de octubre de 2004, hasta que visitó al Manchester United y cayó por 2-0 con los goles de Van Nistelrooy y Rooney. Los de Anfield prolongaron su racha entre el 12 de enero de 2019 y aquel 29 de febrero de 2020, un periodo en el que sumaron 39 victorias y solo cinco empates.
De aquel once en Vicarage Road, Jürgen Klopp aún mantiene en sus filas a Alisson, Alexander-Arnold, Van Dijk y Mohamed Salah. En el banquillo estaban Adrián San Miguel y Joel Matip, aún presentes en plantilla, y aquel día se ausentaron Robertson, Joe Gomez y un jovencísimo Harvey Elliott que tuvo minutos durante el año. Son los que aspiran a lograr su segunda Premier League si logran aguantar el pulso con el Arsenal y un Manchester City que solo parece accesible cuando él mismo quiere.