El Real Valladolid cada vez se parece más a un equipo sólido de la lucha por el ascenso. Los de Pacheta se impusieron en un gran partido al Leganés, de nuevo derrotado como en la primera vuelta por un equipo que se mostró muy superior. Aprovechan, además, el tropiezo del Almería en el primer partido del año para dormir a cinco puntos del liderato, aunque con un partido jugado más que los rojiblancos.
El equipo pucelano controló el choque y solo estuvo en duda su victoria por la poca puntería de cara a gol de la mayoría de atacantes. Weissman acercó el triunfo, pero el resto de delanteros, fundamentalmente un desesperado Óscar Plano, tuvieron el punto de mira bastante desviado.
No lo pagó un Real Valladolid muy hecho y con el once inicial completamente definido. Plata y Nacho lanzaron a los locales desde ambas bandas en el arranque. La calidad del ecuatoriano está fuera de toda duda y confirmó una vez más que es uno de los mejores jugadores de Segunda. De sus botas nació la primera ocasión clara con un centro que no pudo embocar un Óscar Plano algo desdibujado como delantero.
La más clara la tendría precisamente el madrileño poco después, tras un centro de Nacho que remató con la puntera y se encontró con una mano espectacular de Riesgo. El dominio siguió siendo del Valladolid hasta el descanso, aunque el Leganés mejoró con el paso de los minutos y comenzó a inquietar a Masip con los acercamientos de Borja Garcés.
Cuando el primer tiempo agonizaba, un balón peinado por Nacho, completamente solo junto a la línea de fondo, lo cabeceó Weissman a la red para hacer un 1-0 que sería a la postre definitivo. No necesitó más el Pucela para desarbolar a un Lega que intentó dar un paso adelante en vano en el segundo tiempo.
Los visitantes dejaron muchos huecos atrás y las ocasiones más claras fueron del Valladolid. Fue increíble que los de Pacheta no cerraran el encuentro con más ventaja después de las oportunidades de Toni Villa, Óscar Plano, Nacho y hasta Gonzalo Plata, quien no se atrevió a tirar con la diestra en un contragolpe y estrelló su chut en la madera tras recortar a su par con todo a favor.
El exceso de confianza casi le cuesta un susto una vez más al Pucela al final, cuando Bautista marró de forma inexplicable con Masip casi batido tras un pase de la muerte. Como en el Reale Arena, el meta volvió a salvar a su equipo de un desenlace fatal y deja a su equipo en tercera posición en el arranque del año, a dos puntos del ascenso directo y a cinco de un líder que sorprendentemente pinchó en casa.