Tuchel estuvo poco sin equipo. Cesado por el PSG, el Chelsea no tardó en contratarle cuando despidió a Lampard. Se encontró con un equipo hecho a la medida, en teoría, de su predecesor, y eso se está notando a la hora de ver cómo está exprimiendo a sus jugadores.
Llegó mediada la temporada, y, por tanto, con la plantilla confeccionada a la medida de su predecesor, Frank Lampard. Tuchel, en lugar de sentirse obligado a hacer uso de los grandes fichajes realizados el pasado verano, miró a la cantera.
Quizá porque en su estudio del equipo percibió cierta indolencia en Havertz y Werner, los dos que más caro están pagando la llegada del alemán. El caso es que no le está temblando la mano a la hora de mandar al banquillo a más de 200 millones en fichajes.
De hecho, en sus últimas declaraciones se intuye la posibilidad de que tanto Kai Havertz como Timo Werner abandonen el equipo el próximo verano. Eso sí, lo que dejó claro es que cuando acabe la temporada decidirá qué hacer con esa plantilla que claramente no está confeccionada a su gusto.