Minuto 92 de partido. Un Valencia necesitado de buenas noticias ganaba 0-1 al Chelsea. Pero, entonces, Wass, de forma involuntario, tocó el balón con la mano. O, mejor dicho, fue tocado en la mano por el balón.
El colegiado recibió instrucciones desde el VAR. Tocaba ir a la pantalla. Y, tras unos momentos de dudas, Stamford Bridge estalló. Penalti para el Chelsea.
La suerte quiso aliarse con el Valencia pese a la desafortunada acción de Wass. Y a ello ayudó Willian, que puso en riesgo la cocentración de Barkley antes de lanzar el penalti, al pedirle la pena máxima por cuatro veces.
Al final, el inglés fue el encargarlo de tirarlo. Y de fallarlo, ya que su golpeo con la derecha se estrelló en el larguero y acabó entre los brazos de algún incrédulo y deprimido aficionado 'blue'.
La mirada de Willian tras el error fue recogida por las cámaras y dejó patente que en Londres, los penaltis no tienen dueño claro.
17 de septiembre de 2019