Allá por el mes de enero, las lesiones de Luis Suárez y Ousmané Dembélé obligaron al Barça de por entonces Quique Setién a buscar con urgencia un nuevo delantero que hiciera compañía a Messi y Griezmann.
Muchos fueron los nombres que aparecieron, como el de Rodrigo Moreno o Ángel, pero entre todos ellos el que propició la situación más rocambolesca de todas es el de Cédric Bakambu.
El futbolista del Beijing Guoan, que ansiaba y ansía regresar a Europa tras su exitoso paso por el Villarreal, recibió la llamada del conjunto 'culé', que andaba desesperado ante las negativas que se encontraba en el mercado.
El Barça pujó por él y el club chino aceptó el traspaso, por lo que a falta del reconocimiento médico y la firma, Bakambu era casi a efectos prácticos nuevo jugador del FC Barcelona. Pero nunca lo fue.
Bakambu, feliz ante la operación y el salto que suponía en su carrera, tomó un vuelo con escalas a Barcelona para materializar su llegada al equipo de la Ciudad Condal, pero su sorpresa fue dantesca al enterarse de que el equipo azulgrana había descartado en un abrir y cerrar de ojos la operación mientras él estaba en el vuelo.
Tal fue la situación que al propio jugador no le quedó más remedio por entonces que tomarse con humor lo sucedido. "Casi en el Barcelona", llegó a escribir en su cuenta de Twitter. Ahora, meses después, el karma parece haberle sonreído.
Mientras él sigue goleando en China y muchos clubes del Viejo Continente suspiran por él, el Barça, que apostó en su lugar por Braithwaite, vive en un incendio constante y atraviesa una crisis sin precedentes en este siglo. Y es que a veces lo que en un principio parece malo acaba convirtiéndose en bueno. De la que te has librado, Cédric.