Hay Liga. Claro que hay Liga. Hace unas semanas decían que el título estaba cerca de la Avenida Luis Aragonés y se encuentra casi en tierra de nadie. El Barcelona ha levantado el vuelo y ha aprovechado los tropiezos que no se puede permitir un líder y ya está a cuatro puntos del Atlético de Madrid.
Para Messi no hay Liga cerrada, ni mucho menos. Sabía Ronald Koeman de la importancia del choque y sacó el mismo once que a punto estuvo de repetir la historia de la Champions en el Parque de los Príncipes. Fue con todo el técnico neerlandés, aunque los azulgranas no salieron con la misma intensidad.
Tampoco les hizo demasiada falta porque la SD Huesca fue reculando hasta dejar a los azulgrana con más de un 70% de posesión. Jugadores como Dembélé tampoco resaltaron, pero es que cuando Messi está encedido todo es posible.
Rafa Mir fue el primero en avisar con un disparo flojo a las manos de Ter Stegen que despertó al Barça . A los 13 minutos, el de rosario agitó la varita y con un zapatazo desde fuera del área encontró el camino hacia la escuadra, la línea de gol, el larguero y la red. Una obra de arte para firmar otra temporada alcanzando los 20 goles.
El Barcelona se sintió superior ante un rival que tuvo tiempo para dar sus coletazos. Maffeo se fue de media defensa y obligó a Ter Stegen a sacar una mano a un disparo que bien pudo significar el empate a uno.
Sin embargo, en el menú de este lunes había una buena ración de golazos y Griezmann aceptó el reto de calcar a su compañero Messi. Otro misil a la escuadra, desde la misma distancia y con el mismo golpeo.
Como ya viene siendo de costumbre, la polémica también quiso sentarse en la mesa. Cordero Vega le dio fe a la SD Huesca con un penalti inexplicable que no dudó en señalar. Hasta Messi le pidió explicaciones, al igual que Ronald Koeman tras el pitido final de la primera mitad.
Rafa Mir remató al aire y el meta alemán pensó que sí iba a rematar, por lo que metió la mano para evitar que el balón entrara por el palo corto y el delantero tropezó con el brazo de Ter Stegen. El trencilla pitó la pena máxima y a vestuarios se fue el Barcelona con un aires de indignación.
En la segunda mitad continuó el dominió 'culé' y el conjunto oscense no le dio para más, aunque sí que pudo poner en aprietos al Barcelona de no ser por el fallo de Rafa Mir cuando se encontró con la portería vacía.
Pero antes, Mingueza sonrió al estrenarse como goleador del primer equipo. El central aprovechó un centro medido de Messi y con un testarazo batió a Álvaro y colocó el 3-1 de la tranquilidad.
Pacheta y Koeman movieron los banquillos en lo que acabó siendo un trámite y un aviso definitivo al Atlético. Rafa Mir quiso unirse al 'show' de bellas artes de la noche, aunque su disparo, clavado y desde el vértice, se perdió cerca de la escuadra.
Cuando todo estaba visto para la sentencia, Messi asestó el último golpe con un zurdazo que rebató en Pulido y salió despedido hace la cepa del poste derecho de Álvaro. El Barça se siente cómodo, pagó con la SD Huesca los platos rotos de la Champions y ha puesto al rojo vivo la Liga.