Y Henrique no fue Keirrison

Ni el Mundial ha frenado el espectacular momento que vive Henrique Buss. El veterano futbolista, de 32 años, se ha convertido en uno de los hombres más en forma del verano de acuerdo a un informe de 'ProFootballDB'.
El central brasileño, que cumple su tercera temporada consecutiva en su país, pero la primera en Corinthians, lleva una espectacular racha con los paulistas, habiendo cuajado grandes partidos en los claros triunfos de Corinthians ante Vasco da Gama (1-4), Cruzeiro (2-0), Botafogo (2-0) y en los empates ante Vitória (0-0) y Santos (1-1).
Hablar de él es hablar de uno de los primeros fichajes de la 'era Guardiola' en el Barça. Aquel verano de 2008 tocaba reconstrucción en Barcelona y llegaron futbolistas que harían historia en el club como Dani Alves, Gerard Piqué o Seydou Keita, pero también futbolistas que pasaron sin pena ni gloria por el club, casos de Hleb, Cáceres o Henrique.
Mientras el primero no recuperó nunca el juego que había mostrado en el Arsenal, Cáceres y Henrique sí que han sabido disfrutar de una interesante carrera sin vestir la camiseta azulgrana. El central brasileño jugó a préstamo con bastante éxito en Bayer Leverkusen, Racing de Santander y Palmeiras, hasta quedarse de manera definitiva en el equipo brasileño, con el que disputó durante tres campañas a un buen nivel.
Un año después de la llegada de Henrique a Barcelona, el equipo azulgrana repitió fichaje extraño y casi desconocido en Brasil con Keirrison, un goleador que ni tan siquiera acabaría vistiendo la camiseta azulgrana en un amistoso.
Al tiempo que Henrique convencía y se ganaba un traspaso para volver a jugar en Europa, en el Nápoles, Keirrison vagaba de cesión en cesión sin recuperar el olfato goleador que mostró en un campeonato regional y que le permitió alcanzar el Barcelona en el verano de 2009.
Tras dos años en la Serie A, Henrique emprendió el camino de vuelta a 'casa', donde desde 2015 se ha convertido en uno de los mejores jugadores de Sudamérica. No le dio para jugar en el Barça, pero al menos no quedará en la historia azulgrana rodeado de la polémica que dejó la transferencia de Keirrison al Camp Nou un año después de su fichaje.