Tras lo ocurrido en El Molinón, el debate sobre la presencia del videoarbitraje volverá a entrar a escena. A pesar de que el choque acabó con 1-1 en el marcador, lo más reseñable del partido fue lo que pasó justo antes del descanso.
En una de las acciones de ataque del Sporting, Carmona trató de hacerle un sombrerito a Pereira y el jugador del cuadro asturiano reclamó penalti por mano. En la repetición, la jugada se ve bastante clara y es que el esférico impactó en la cara del jugador.
Sin VAR en Segunda, el árbitro picó y pitó la pena máxima. Un penalti más que discutido que se encargó de lanzar Djurjevic y que él mismo falló, aunque el mérito se lo llevó Edgar Badía tras adivinar su lanzamiento.
Al final, el Reus se llevó un punto en su visita a Gijón y eso que llegó a estar ganando en el tiempo de descuento, pero otra pena máxima, esta vez clara, acabó con las esperanzas de victoria para los catalanes.