Nadie duda de la calidad de Zlatan Ibrahimovic. Y mucho menos en Suecia. Pero lo cierto es que la Selección Sueca se ha colado por primera vez en unos cuartos de final de un Mundial desde 1994, cuando los escandinavos fueron terceros.
Bajo el cobijo en el terreno de juego del 'dios Ibra', Suecia había sido incapaz de clasificarse a los Mundiales de Brasil y Sudáfrica y lejos quedaban los octavos de final que los suecos saborearon en Alemania y Corea y Japón, con el atacante ya entre los elegidos.
Zlatan también estuvo presente en las Eurocopas de 2004, 2008, 2012 y 2016 y sólo en la primera pudo meter a los suyos en unos cuartos de final. Poco para un futbolista de clase mundial, que además ha sido uno de los grandes jugadores del siglo.
Tras su retirada de la Selección en 2016, pocos apostaban por el éxito de Suecia, pero a base de mucho trabajo y fe en sus posibilidades, Janne Andersson consiguió colar a la selección amarilla en el Mundial de Rusia.
Dieron buena cuenta de Italia en la Repesca, cuando todos daban a los suecos por muertos antes de tiempo, y clasificaron en su grupo en el Mundial, dejando a Alemania en la cuneta y goleando a México.
En los octavos, volvieron a mostrarse como un equipo tremendamente difícil de batir. Un gol con un poco de fortuna y mucha defensa fueron suficientes para frenar a una Suiza que era ligeramente favorita.
Quizás Ibrahimovic simplemente haya tenido mala suerte de perderse el punto álgido de los suyos... o quizás esta selección necesitaba un compromiso defensivo mayor que el que la estrella sueca brindaba y que sí ofrecen ahora otros puntas del equipo.
Nunca lo sabremos, pero lo cierto es que Janne Andersson y los suyos se han ganado el derecho a ser considerados el mejor equipo de Suecia desde aquel lejano e histórico Mundial de Estados Unidos.