El Liverpool se puso en modo apisonadora en la segunda parte ante el Benfica. En los primeros 45 minutos, Konaté marcó el primero con un cabezazo, pero Gonçalo Ramos hizo el empate a uno a la media hora de juego.
En la reanudación, los de Klopp se pusieron el mono de trabajo y funcionaron a ritmo de Roberto Firmino. El brasileño anotó un doblete en apenas diez minutos y acabó con las pretensiones portuguesas de cara a las semifinales.
No obstante, el conjunto de las 'águilas' no se rinde nunca y nunca bajó los brazos a pesar del 6-3 global. Fruto de esta insistencia llegó el segundo de los lusos en Anfield, obra de Roman Yaremchuk.
El delantero ucraniano recibió un pase que lo dejó solo ante Alisson y lo dribló con clase. A puerta vacía, pudo rematar y marcar a placer para no dejar caer el honor luso.