Yilmaz crea un desierto entre Países Bajos y Catar

La Selección Turca dio un gran primer paso hacia Catar. Yilmaz fue el verdugo de un combinado neerlandés que, pese a dominar durante todo el encuentro, pagó muy cara la diferencia entre la precisión en una y otra portería.

No en vano, los visitantes tiraron el doble que su rival, pero el resultado no admite recursos de méritos. El inicio, en la misma línea. Países Bajos asedió en el primer cuarto de hora, momento en el que Yilmaz le empezó a recordar que en el fútbol solo valen los goles.

El veterano delantero del Lille marcó el primer tanto de las eliminatorias europeas hacia el Mundial con una pizca de suerte. Probó suerte desde fuera del área en el primer acercamiento otomano con un tímido remate de zurda, pero la fortuna le sonrió y mandó la bola al fondo de la red tras tocar en un rival.

Krul, que fue titular por la lesión de Cillessen en el calentamiento, tampoco pudo evitar el segundo en el 34'. De nuevo fue Yilmaz el encargado de agrandar el desierto que creó en la tarde del miércoles entre las ilusiones de Países Bajos y el Mundial de Catar.

El '17' transformó un penalti que suponía un 2-0 un tanto irreal al descanso. Solo dos remates a puerta hicieron los turcos, mientras que los neerlandeses seguían siendo dominadores del balón y de las llegadas. Pero ni rastro del gol en las filas visitantes.

Peor aún se le puso la tarde a los de Frank de Boer nada más empezar el segundo tiempo. Çalhanoglu no dejó pasar ni un minuto para firmar el 3-0. El jugador del Milan parecía sentenciar el partido con un derechazo ajustado al palo de Krul.

Sin embargo, De Boer acertó con los cambios y dio vida al partido. Entraron Luuk de Jong y, poco después, Klaassen. Y Países Bajos reaccionó con dos tantos en apenas dos minutos.

Klaassen firmó el 3-1 con un control de fantasía en el área y un remate de zurda. Recibió de espaldas a la portería un pase de Depay y pisó la bola hacia la misma, mientras él se daba la media vuelta para encontrarse con ella y batir a Cakir, que llegó a tocar la bola. En el 76', De Jong, delantero del Sevilla, cabeceó casi a ras de suelo un envío desde la izquierda para, con emoción, poner el 3-2 en el marcador.

Pero la incertidumbre duró lo que Yilmaz quiso. Esta vez, el delantero se coronó con un golazo de falta al que todavía está buscándole explicación Krul. Entró por su escuadra para llevar el 4-2 al marcador y la locura a los jugadores otomanos. 

Para redondear la tarde, Cakir le detuvo un penalti a Depay en el 95', una acción que puede tener su importancia por la diferencia de goles, y le puso la guinda al gran comienzo de Turquía.