Qué maravilla se marcó Mauro Zárate para empatar el encuentro. Era lo único que podía hacer si quería tener éxito con el lanzamiento y la clavó en el mismísimo ángulo.
La jugada nació de un error defensivo de Lanús en la salida, que tuvo que frenar de forma grosera a un Salvio que se marchaba directo al mano a mano ante Rossi.
Valenti vio la amarilla, pero los jugadores 'xeneizes' devoraron al colegiado pidiendo la expulsión. Todo quedó olvidado a los 30 segundos.
El resto es para ponerlo en las escuelas de fútbol. Golpeo mimado, con temple y una colocación brillante: Rossi no pudo más que admirar el tanto de su ex compañero.
1 de noviembre de 2019