En la derrota del Real Madrid ante el Bayern de Múnich, Rodrygo fue una de las notas positivas que pudo sacar Zidane. El brasileño salió en la segunda mitad con el grueso de los teóricos suplentes. Era su estreno y no desentonó.
Anotó un golazo de falta directa, el único que celebró el Madrid. En los 45 minutos que participó, Rodrygo ocupó una posición que le era completamente extraña hasta que llegó al Madrid: la de centrocampista.
Y es que a Zidane le gusta más Rodrygo por dentro, donde entiende que sus arrancadas pueden ser determinantes. Hasta la fecha, el ex de Santos había jugado siempre como delantero o como extremo izquierdo.
Pero la competencia en el ataque blanco es bastante grande. Hazard, Asensio, Benzema, Jovic, su amigo Vinicius... Rodrygo tiene una buena cantidad de jugadores por delante, por lo que ha aceptado sin rechistar el experimento de Zidane.
"Me pide que juegue más por dentro. Yo estoy más acostumbrado a moverme más por las bandas, pero el míster quiere que haga esa función. Es una posición en la que estoy cómodo y me gusta", dijo tras el encuentro.