O no se lo hizo o no pudo hacérselo, claro, porque Eden Hazard, cuando aún militaba en las categorías inferiores del modesto Tubize belga. De ahí pasó al Lille y entonces el Chelsea apostó por él en 2012.
Zidane, cuando aún era jugador del Real Madrid, le señaló como uno de los talentos de la siguiente década, junto a Varane y Defour. Uno ya viste de blanco, y el otro no alcanzó el nivel que Zidane esperaba.
Ahora, con el ex futbolista blanco en el banquillo del Madrid, el rumor que sitúa a Hazard en el Bernabéu cobra fuerza renovada.
Eso sí, su llegada está supeditada a dos condiciones: el traspaso de James y la no renovación de Isco, con lo que la posición que el belga ocupa en el terreno de juego quedaría liberada de toda competencia.