El entrenador del Real Oviedo, Ziganda, reconoció este miércoles que su equipo llega al encuentro ante el Alcorcón con los efectivos justos en defensa tras las bajas de Carlos y Grippo y valoró el papel de Anquela en el conjunto madrileño, donde está logrando armar "el equipo difícil de batir, incómodo y con nervio" de su primera etapa.
"Ahí están los números, no han encajado prácticamente nada y solo han perdido ante el Leganés. Anquela hace equipos muy agresivos, que aprietan todo lo que pueden y a los que no es fácil pillar desordenados", advirtió el técnico.
Ziganda reconoció que la derrota ante el Almería dejó secuelas físicas y morales en el conjunto azul, que había dado mucha importancia al partido "tanto por el rival que era como por el objetivo de mantener la racha de cinco jornadas sin perder".
Además, destacó que una de las asignaturas pendientes de los suyos es sacar rédito a las acciones de estrategia, que dan muchos puntos y no son aprovechadas por los oviedistas y que el mayor 'hándicap' que tiene ahora entre manos es llegar justo de efectivos en defensa al tramo final del año.
El navarro pierde a Carlos Hernández por una rotura fibrilar y no tiene disponible a Simone Grippo, por lo que solo cuenta con Christian y Arribas para la posición de central y tiene a ambos y a Édgar, pivote que podría retrasar su posición para jugar ahí, apercibidos de sanción.
No obstante, Ziganda descartó resolver esa problemática con jugadores del filial, donde los que podrían jugar ese rol tienen más de 23 años y no podrían volver con el Vetusta si juegan, y avanzó: "Se buscarán alternativas cuando se dé el caso".
Respecto al mercado invernal, el oviedista insistió: "Hay que estar abierto a todo lo que sea mejorar la plantilla, eso siempre será bueno y positivo para todos".