La rueda de prensa en la que Josep Maria Bartomeu ha comunicado su dimisión ha eclipsado por completo la jornada del martes de una Champions League que, al igual que las grandes ligas de Europa, quedó sorprendida por una revelación del ya ex mandatario.
Y es que Bartomeu, sin pelos en la lengua en su adiós, admitió públicamente que la Junta Directiva saliente dio el 'o.k.' al proyecto que desde hace meses amenaza con poner en jaque la estructura del fútbol en el Viejo Continente: la Superliga Europea.
El anuncio de esta decisión, que debe ser ratificada en la próxima Asamblea, sirvió para poner sobre la mesa un asunto que durante mucho tiempo ha estado en la sombra debido al silencio de los clubes presuntamente a favor de la misma y también del máximo organismo del fútbol mundial (FIFA).
El torneo, que tendría el visto bueno de la FIFA (no así de la UEFA), estaría formado por 18-20 equipos, todos ellos en ese grupo de los denominados 'Grandes de Europa' como pueden ser, además del propio Barça, el Real Madrid, la Juventus, el Inter, Bayern, Manchester United, Manchester City, Chelsea, Liverpool...
La competición, que sería a priori de formato cerrado al más puro estilo de la Euroliga de baloncesto, tendría a JP Morgan como máximo inversor y supondría un gran beneficio económico para los participantes, pero no así para sus competiciones de origen.
Por ello, reacciones como las de Javier Tebas, presidente de LaLiga, a las palabras de Bartomeu no son extrañas. Y es que el inicio de la revolución ya ha visto la luz. Solo el tiempo dirá en que termina derivando un fútbol europeo cuyos cimientos empiezan a resquebrajarse.