Que un equipo como el Barcelona en los cuartos de final de la Champions League encajase ocho dianas ha entrado en los libros de la historia contemporánea del fútbol. Una goleada que ha sacudido al conjunto azulgrana hasta los cimientos.
En la entidad 'culé' se ha hablado de sacrificar vacas sagradas y hacer una profunda renovación. Incluso el presidente dio una lista públicamente de los únicos siete jugadores que eran intransferibles.
Uno de los que no estaba en esa lista fue Luis Suárez. Desde entonces, su futuro se ha vuelto muy gris y su continuidad en el club la ha puesto en duda él mismo en sus redes sociales con mensajes ambiguos.
Pero mientras Koeman decide si seguir con él como nueve o no, 'Lucho' ha hecho autocrítica en una entrevista concedida a 'El País' en la que ha repasado qué sucedió en la debacle de Lisboa.
"Cuando se pierde como se perdió en Lisboa todos somos responsables", comenzó diciendo el delantero, que asumió su parte de culpa en todo lo sucedido.
Pero Suárez también dejó un recado para todos sus críticos: "A veces sí parece que se quiera personalizar, pero honestamente creo que nadie puede poner en duda mi compromiso con el Barcelona".
El ariete cree que el Bayern se adaptó mejor al nuevo formato y achacó lo sucedido a un mal día. "No es una excusa pero está siendo un año muy extraño por todo. Veníamos quizá con algunas dudas y el Bayern lo tenía todo clarísimo", expresó.
Por otro lado, Suárez cree que quizás todo podría haber sido distinto con duelos a ida y vuelta. "A doble partido nunca sabremos qué podría haber pasado; seguramente también nos habrían eliminado, no sé", añadió para finalizar.