Se acabó el culebrón. Antoine Griezmann ya es oficialmente jugador del Barcelona toda vez que fue depositado el dinero de su cláusula de rescisión. Una vez que su libertad bajó de 200 a 120 millones de euros y tras varios días de tensión y rebeldía por parte del francés, se cierra otro de los grandes movimientos del verano.
Al fin quedó escrito el último episodio. Solo faltaba ponerle fecha tras el órdago de Griezmann, quien finalmente cumplió su amenaza de no presentarse al inicio de la pretemporada con el Atlético de Madrid.
El de Macon, que ya había avisado de que iba a abonar el dinero de su cláusula, alegó días pendientes de vacaciones para no ponerse a las órdenes del Cholo y rebelarse ante la amenaza de multa.
Por su parte, el Barça, tras dos años detrás de él, ya había trazado la hoja de ruta con su incorporación, presentación y comienzo del trabajo a las órdenes de Ernesto Valverde. Su nuevo día a día arrancará el 14 de julio con el resto de azulgranas.
Pese a contar ya en su ataque con Messi, Luis Suárez, Dembélé y Coutinho, aunque alguno de ellos presumiblemente saldrá, Griezmann llega para dar otro salto de calidad al Barça, que volverá a tener uno de los ataques más temidos del planeta fútbol.
Eso sí, la formalización de la contratación del galo coincide con las negociaciones para repescar a Neymar, lo cual sigue dejando incógnitas en el seno del club, puesto que su coexistencia con el resto de 'cracks' en el plantel azulgrana parece una quimera económicamente.
No en vano, se llegó a hablar de la posibilidad de que el Barça transfiriera su acuerdo con Griezmann al PSG para incluirlo como moneda de cambio en la operación por el brasileño, una realidad que ha ido perdiendo cada vez más peso.
Esta vez, La Decisión 2.0 no era cosa del delantero francés, sino del que ya es su nuevo club. Desde mediados de mayo, cuando Griezmann anunció públicamente que se iba, enseguida se asoció su futuro al Barcelona, pero el ocultismo había sido la tónica mientras se ganaba tiempo hasta que llegara el mes de julio.
Si hace un verano sorprendió que a última hora se echara atrás cuando su llegada al Camp Nou era una evidencia, esta vez la novedad fue que las partes retomaran dicho acuerdo para hacerlo realidad, pues aquel feo parecía insalvable; nada más lejos de la realidad.
No en vano, está por ver cómo acogerá el aficionado 'culé' su incorporación, puesto que en algunos foros ha quedado claro el enfado con la manera de proceder del francés. Incluso de puertas para dentro se duda de la idoneidad de su llegada.
Sin embargo, en todo momento, pese a su silencio, Griezmann tenía claro dónde iba a jugar a partir de esta temporada. Un deseo que ya puede empezar a cumplir.
Antoine Griezmann abandona el Atlético de Madrid tras haber marcado una era y haberse convertido en uno de sus grandes referentes históricos. Sus números hablan por sí solos tras un lustro entre el Calderón y el Wanda: 257 partidos oficiales, 132 goles (para un promedio de algo más de uno cada dos partidos) y 36 asistencias.
A pesar de ello, no conquistó tantos títulos como le hubiera gustado, uno de los grandes motivos para irse al Camp Nou. Eso sí, de rojiblanco levantó una Europa League, una Supercopa de Europa y otra de España. Además, ganó el Mundial de Rusia con Francia en su mejor año, el anterior.
Por eso, y temiendo que el pasado verano se fuera al Barça, el Atlético decidió convertirle en el mejor pagado del plantel con 23 millones de euros anuales. Hasta que poco después Diego Simeone le superó.
Su marcha del Atlético un año después de su fuerte apuesta por renovar no fue bien acogida en todos los sectores 'colchoneros'. A la espera de que el calendario diga cuándo tiene que volver al Wanda, los fotos y redes quedan como único termómetro para pulsar cómo sienta su última decisión.