Así de crítica está la situación del Castellón a causa de las deudas y la mala gestión

El Castellón vive su sexta temporada consecutiva en Tercera división, categoría a la que ya descendió en el verano de 2011 por impagos y su situación poco o nada ha cambiado en estos seis años al seguir acumulando deuda, pese a la quita que consiguió en el proceso concursal.
Esta temporada hay futbolistas que acumulan cinco meses sin percibir su nómina; el anterior entrenador, Frank Castelló, que fue despedido en Nochevieja, tiene denunciado al club por impagos; el actual técnico, Manu Calleja, tampoco cobra su nómina.
Hacienda también está a la espera de que el Castellón afronte sus pagos obligatorios, unos 20.000 euros mensuales, pagos que incumple desde hace medio año y a los que la Agencia Tributaria ha solicitado que se le abonen ya al no conceder más moratorias o el club estará abocado a la disolución.
Y mientras, el presidente, David Cruz, juega con varias posibilidades para abandonar el club. Asegura disponer de un grupo que cotiza en la bolsa de Hong Kong, el grupo Ledus, a su vez propietario del FC Sochaux de Francia.
Una segunda posibilidad es la que encabezan los futbolistas castellonenses Pablo Hernández, en el Leeds United, y Ángel Dealbert, en el Lugo, aunque Cruz no está dispuesto a cederles la gestión y la tercera la de un grupo con capital extranjero y que contaría con gente tanto de nacionalidad española como del propio Castellón para gestionar el día a día.
El entorno de Cruz sostiene que esta semana se cerrará la opción del grupo Ledus, que incluso estuvo presenciando el domingo en Castalia el partido entre el Castellón y el Crevillente, aunque diversas fuentes apuntan a que esta opción no estaría tan avanzada como muestra el presidente.
Al Castellón se le agota el tiempo para poder sobrevivir y la situación entre plantilla, cuerpo técnico y entrenadores del fútbol base es límite. En caso de que la solución no fuera inmediata podrían adoptarse medidas extremas para reivindicar sus salarios.