El 31 de mayo ya era una fecha especial para Bono desde hace un año. El exguardameta del Sevilla FC fue el gran héroe de la séptima Europa League conquistada por los hispalenses en Budapest. El marroquí fue clave tanto en el partido como en los penaltis para traer esa copa a Nervión y ahora un año después ha vuelto a ser decisivo para su equipo. Aunque ya sin la casaca blanquirroja, Bono ha sido la estrella de la final de la King’s Cup.
Al-Hilal se enfrentaba a Al-Nassr. Un encuentro en el que se adelantó el equipo de Bono con un tanto de Mitrovic en el minuto 7 pero que tuvo su igualada ya en la recta final con un tanto en el 88. El portero ya había sido clave con sus intervenciones y lo siguió siendo en la prórroga, después de que su equipo se quedara con nueve jugadores. Al-Nassr también se había quedado con uno menos tras la expulsión de Ospina por coger el balón con las manos fuera del área.
Llegó el momento de la tanda de penaltis y Bono volvió a ser el verdugo de Cristiano Ronaldo. Marruecos eliminó a Portugal en el Mundial de Catar y ahora el portugués tenía la opción de quitarse esa espina ante el exportero sevillista. Lejos de ello, Bono se hizo gigante y detuvo dos penas máximas para que su equipo revalidara el título, mientras que Cristiano Ronaldo se derrumbaba al ver como se le volvía a escapar su primer trofeo en tierras saudís.