El juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Huesca ha acordado "el sobreseimiento provisional parcial de las actuaciones" de Borja Fernández, el cual quedará desvinculado del procedimiento con pérdida del estatus de investigado.
De esta forma, el jugador del Real Valladolid se convierte en el único de los acusados del 'caso Oikos' que no irá a juicio y queda libre de cargos un año y cuatro meses después de su detención.
"No existe una convicción de entidad suficiente, deriva de juicio lógico inductivo sólidamente construido, que permita una imputación formal y, en su caso, apertura del juicio oral", añade el auto.
Nada más conocerse esta decisión, Borja pasó por los micrófonos de 'Radio MARCA', donde comentó aliviado: "He recibido la noticia esta mañana después de un año y cuatro meses. Lo llevábamos tiempo esperando. Sabíamos que era difícil, pero es que no había nada".
"Confiábamos en que el juez no se dejase llevar. Esta semana he estado muy fastidiado con el tema porque veía que no terminaba de llegar el momento. Es complicado perdonar. Ha sido muy complicado no solo para mí, sino también para mi familia porque yo estaba intranquilo", añadió el jugador español.
"No ha habido mala fe por parte de la policía, pero se han encebollado. Vieron una cosa que les cuadraba, sin mirar más, y fueron a por mí. Cuando se lo he contado a mi abuela me ha dicho que ya se podía morir tranquila", sentenció Borja.