Al Barcelona no le terminó de salir nada después del parón de la Liga. La pandemia sirvió para que Luis Suárez aún pudiera disputar partidos ligueros con el equipo esta temporada tras su operación de rodilla.
El uruguayo trató de operarse para poder jugar la Copa América con su país, pero el COVID-19 provocó el aplazamiento de la misma y le dio la oportunidad de regresar con el Barça en Liga y Champions.
Su reaparición fue lenta, primero, y sorprendentemente constante, después. Regresó como suplente ante Mallorca y Leganés y nadie le movió del once en los seis partidos restantes, a pesar de que demostró una y otra vez que físicamente no estaba todavía a tono.
Sin olvidar su enorme clase, Suárez vive de su físico en sus acciones y por eso se ha notado tanto que no está bien. Ha fallado ocasiones inimaginables para un jugador de su categoría y en otras ha estado hasta torpe y lento.
Todo ello aderezado por una evidente cojera durante los partidos cuando no tenía que realizar acciones de máximo esfuerzo. Su calidad y olfato de gol le han mantenido a flote e incluso ha aportado cinco dianas tras la pandemia, pero da la sensación de que ha restado más al equipo de lo que ha aportado.
Por todo ello, Luis Suárez quiere aprovechar estos días antes del choque contra el Nápoles para mejorar físicamente. Según 'AS', está trabajando en el gimnasio para recuperar la chispa y hacer que desaparezcan las molestias en la rodilla.
En el horizonte, el partido ante los italianos y, si el Barcelona es capaz de eliminar a los de Gattuso, la fase final de la Champions en Lisboa, donde Suárez tratará de seguir mejorando a domicilio, donde hace tiempo que perdió el camino al gol en Europa.