¿Jugar a la posesión o con un estilo más directo? Esta pregunta siempre ha tenido una respuesta muy clara en el Barcelona: tiki-taka y punto. Pero puede que la tendencia esté cambiando: la estadística fue distinta durante el primer 'Clásico' de la temporada 2020-21.
Los porcentajes eran de 42% a 58% cuando estaba la primera mitad cerca de acabar. Al terminar, era de 44-56 (268-320 en pases). Los de Zinedine Zidane se centraron más en controlar la zona medular, les valió para adelantarse, y continuaron de esta forma cuando Ansu Fati hizo el gol del empate.
Esta circunstancia ya la adelantó ProFootballDB, laboratorio de datos de BeSoccer, en su análisis avanzado de los primeros encuentros de la campaña en ambos conjuntos. Las cifras arrojaron como conclusión que a Koeman no le importa tanto el control de la bola como históricamente se ha querido en la Ciudad Condal.
¿Esto es algo malo? No, no tiene por qué. Presión alta, jugar con tres centrales cuando se ataca... el fútbol está sufriendo muchas modificaciones en su máximo nivel y puede que el Barcelona esté, simplemente, adaptándose para resolver su mal curso anterior.