El PSG-Mónaco fue una auténtica feria en su primera mitad. Se vieron ocasiones, idas y venidas a un gran ritmo y varios paradones que, sin embargo, se vieron manchados por dos cantadas, una en cada portería, por parte de Philipp Köhn y Gianluigi Donnarumma.
El guardameta visitante, entre otras acciones, le sacó una mano salvadora a Mbappé tras un trallazo desde la frontal y, sobre todo, evitó el tanto del '7' tras abalanzarse sobre la línea en un casi pase de la muerte que remató Kylian en el área. Sin embargo, poco después permitió que se abriera la lata.
A los 18 minutos, Gonçalo Ramos hizo el 1-0 después de que Köhn no blocase un tiro lejando de Dembélé. Solo fueron unos instantes los que estuvo suelto el balón, pero fue suficiente para que el '9' metiese la puntera e hiciese el primero del partido.
Por su parte, Donnarumma había salvado al PSG con una palomita llena de reflejos para mandar a córner un cabezazo de Balogun. Y antes del descanso, evitó un tanto con una estirada crucial a tiro de Minamino en el área. Pero para entonces, ya había 'manchado' su portería.
Fue en el 22', 4 minutos después del 1-0, cuando le puso en bandeja al propio Minamino el empate. El ex del Milan se entretuvo a la hora de jugar el balón con los pies y, si bien escapó a la presión de Balogun, le entregó directamente la pelota al japonés, que le batió para que subiera el 1-1 al marcador del Parque de los Príncipes.
November 24, 2023