Una mala cesión y el intento de regatear de tacón del portero acabó con Coulibaly encarando solo la portería mientras el guardameta intentaba hacerle penalti a base de patadas.
No lo logró, pero sí enturbió tanto la carrera del delantero que se aturulló solo y no fue capaz de embocar el balón dentro de la portería. Su equipo ganó y el fallo quedó en el olvido, pero su 'remake' de Abreu quedó de fábula.
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— Ziggo Sport Totaal (@ZiggoSport) 15 de abril de 2016