Cristiano Ronaldo ha vuelto. No, no se había ido. Ha vuelto a su versión superlativa. La de dueño del gol. La de cifras astronómicas, las que deberían calificarse de imposibles si no fuera porque ese adjetivo no le es aplicable, ni siquiera a menos de dos meses de cumplir los 39. Va a cerrar 2023, un año que ya era especial por alcanzar los 1.200 partidos, con unos guarismos por los que no transitaba desde su último año en el Real Madrid.
Es como si de pronto volviera a tener 32 años, al menos a efectos de gol. A estas alturas, acumula 52 juntando su colección particular en el Al-Nassr (41) y la Selección Portuguesa (11). Desde 2017 no franqueaba la barrera de los 50. Hablamos de aquella versión previa a poner fin a su legendario paso por el Real Madrid. Aquel Cristiano de los 42 goles con su club, muchos de ellos sustanciosos. Como el de la Supercopa en el Camp Nou, con el reverso de su camiseta mostrado a la afición azulgrana para vengarse de ese gesto de Messi en el Bernabéu. El del gol de falta en el Mundial de Clubes para dar otro título al Real Madrid ante Gremio...
Y, por supuesto, el que en su competición fetiche, caminó a paso de tiranosaurio: 19 tantos en 13 partidos de Champions. Con doblete en la final de Cardiff para dar 'La Duodécima' ante la Juventus, que lo acogería meses después. Con 'hat tricks' inolvidables ante el Bayern de Ancelotti en cuartos y al Atlético de Madrid en semifinales.
También fue el Cristiano de los 11 tantos en 11 partidos con su selección. 53 en total en ese momento. A falta de dos encuentros para cerrar su año (este martes 26 ante el Al-Ittihad, en su morboso reencuentro con Benzema, y el sábado 30, también en la Liga Saudí, en campo del Al-Taawoun), está en seria disposición de mejorar incluso ese 2017, que fue su sexto año más prolífico como profesional.
Aunque obviamente el país donde juega actualmente ha bajado el listón de la exigencia, también hablamos de un Cristiano más cerca que de los 40 que de los 30. Aunque se cuida a la perfección, la respuesta del físico no es la misma. Cristiano llevaba un lustro sin pasar la cincuentena de tantos. Y tras varios años situado en torno a los 45 goles (49, 39, 44 y 47, respectivamente), 2022 fue un surco en su hábito anotador: únicamente firmó 16 tantos (13 con clubes, 3 con la selección), engullido en la horrible dinámica del Manchester United y una vivencia familiar de difícil digestión emocional tras la pérdida de un hijo.
Lejos queda la variante de 60 o más goles que durante 4 años seguidos (de 2011 a 2014) tuvo al portugués a niveles pluscuamperfectos, pero también suena osado empezar a pensar que 2024 no le deje también, si las lesiones no lo impiden, en un umbral anotador como el que va a demostrar en este.