Unos centímetros amainan el temporal

Ya suenan los cuartos en Alemania. El combinado dirigido por Nagelsmann se coló en la siguiente ronda de la Eurocopa al vencer con serias dificultades a Dinamarca (2-0), en un partido en el que no faltó la polémica y tampoco una tormenta eléctrica, que privó a los espectadores de 25 minutos de fútbol.
En pleno momento de tregua, tras un inicio arrollador de los germanos, la lluvia acaparó todo el protagonismo al igual que los rayos y el granizo, unos elementos meteorológicos que obligaron a la suspensión momentánea de la contienda. Tras amainar el temporal, la pelota volvió a lucir sobre el verde y a la anfitriona le costó un mundo poder hacerle daño a su oponente.
De hecho, Dinamarca se puso por delante en el 48' con un gol de Andersen, pero finalmente no subió al marcador por la intervención del VAR. Y es que Delaney, que participó en la jugada, recibió el balón varios centímetros adelantado y eso acabó con la ilusión de todo un país. Una acción protestada por muchos y aplaudida por otros, ya que el videoarbitraje captó que el ex sevillista estaba en posición antirreglamentaria.
Y a partir de ese momento, los visitantes bajaron el nivel y eso lo aprovechó una Alemania que decantó la balanza a su favor con dos goles: uno de penalti de Havertz por una mano de Andersen y otro de Musiala, que le ganó la espalda al propio Andersen para rematar la faena.
Alemania, consciente de que tenía que darlo todo desde el inicio, salió en tromba para intentar abrir el marcador lo más pronto posible. Los de Nagelsmann contaron con hasta 4 ocasiones de gol en 10 minutos, con gol anulado incluido, y en casi todas ellas salió vencedor Schmeichel. El hijo del mitico Peter, una eminencia bajo palos, estuvo inconmensurable.
Su primera puesta en escena fue a los 6', 3 minutos antes del tanto invalidado a Schlotterbeck. El defensor del Borussia, a la salida de un córner, remató de cabeza sin oposición y marcó, pero Kimmich hizo un bloqueo a Skov Olen que fue determinante. Volviendo ya al momento estelar del guardameta, Kimmich se encargó de probar su estado con un chutazo directo a la escuadra izquierda.
Su vuelo fue solo el principio ya que, en la siguiente acción, sacó una mano providencial a otro testarazo de Schlotterbeck pegadito al palo. No contento con eso, el danés posó de nuevo para las cámaras con una intervención con la oreja a una volea de Havertz. Estaba siendo el mejor del partido sin lugar a dudas, el único que era capaz de repeler los ataques germanos.
Poco después fue Eriksen el que metió el miedo en el cuerpo a los anfitriones con un control exquisito y un remate que rechazó Rüdiger en última intancia. Fue lo último que vimos durante 25 minutos porque el temporal, que estaba previsto que llegase sobre la hora del encuentro, llegó e hizo estragos a todo el mundo: lluvia intensa, fuerte granizada, rayos...
Afortunadamente, el choque se reanudó y el fútbol volvió a tomar el protagonismo. A la que le afectó más ese parón fue a Alemania, pese a que Schmeichel se encontró un balón en las manos tras un cabezazo de Havertz. Lo decimos porque Hojlund no aprovechó una liada de Schlotterbeck dentro del área ni tampoco la pelota que le dejó en bandeja Delaney en boca de gol. Ahí estuvo acertadísimo Neuer.
Tras la reanudación, Dinamarca fue la encargada de darle el primer golpe al partido de forma momentánea. Delaney controló un balón en el área con el pecho e intentó rematar, pero no pudo y el balón llegó a Andersen que, con la zurda, la puso en el palo izquierdo de la portería germana. Felicidad plena en todo el banquillo de 'La Dinamita Roja', aunque duró apenas unos segundos.
Michael Oliver invalidó el tanto por fuera de juego de Delaney y esperó a la sala VAR para que ratificara su decisión. Y así fue tras la revisión, ya que el centrocampista estaba adelantado cuando tocó el cuero. Una imagen polémica para algunos porque eran prácticamente un par de centímetros, pero para otros esa decisión fue la correcta porque el futbolista estaba en posición antirreglamentaria.
Esa acción amainó el temporal que se le podía haber presentado a Alemania con un 0-1 en contra. Ni 3 minutos después, el destino, siempre caprichoso, quiso que una mano del propio Andersen acabase en penalti. Nadie la había tenido en cuenta, ni tampoco el propio árbitro. El trencilla recibió el aviso desde la sala VAR, vio en la pantalla el centro de Raum y ese toque con la extremidad del defensor. Pena máxima.
Havertz, esta vez sí, consiguió batir a Schmeichel por el lado izquierdo. 1-0 para Alemania, que respiró aliviada con ese gol. Ese tanto fue un mazazo para Dinamarca, ya que bajó los brazos y encajó el segundo poco después. Musiala, a los 68 minutos, amplió la ventaja gracias a un pelotazo de Schlotterbech desde la defensa. El jugador del Bayern le ganó la espalda a Andersen, pisó el área y definió como sabe hacer para cerrar la contienda.
Dinamarca usó más el corazón que la cabeza para meterse en el partido y casi estuvo de encajar un tercero. Florian Wirtz, ya en el 91', se quedó con la miel en los labios tras tirarle un amago a Schmeichel y marcar a puerta vacía. La Selección Germana ya está en cuartos de final y ya espera al ganador del España-Georgia.