Injusto escobazo al Atlético de Madrid en la Champions. Los del Cholo Simeone, después de perder contra el Brujas en la anterior jornada de la fase de grupos, afrontaban el momento de la venganza con su gente y no consiguieron concluirla. Lo merecieron, se mostraron superiores en prácticamente todo el duelo y, al final, se quedaron con las ganas.
La falta se resolución arriba y la inspiración de Mignolet condenaron a los 'colchoneros'. Estos, apoyados en un Antoine Griezmann titular y muy motivado después de confirmarse su traspaso al Cívitas Metropolitano, encontraron sus mejores ocasiones en la primera mitad. Entre el toque de puntería que no acuñó el francés y cómo el portero del cuadro belga le frustraba, el cronómetro avanzó sin que el marcador se moviera.
Los visitantes, lejos de estas prisas o frustración, se centraron en hacer su propio papel. Este pasaba por posesiones largas, densas y tranquilas. Era el momento de aprovechar para morder tan solo a la contra, observando que los rojiblancos se estiraban mucho para desplegarse de forma ofensiva, y la idea llegó a valer por más de un susto en las gradas.
De hecho, el Brujas estuvo a punto de disponer de un penalti que no lo era por una falta previa. Poco antes del descanso, Buchanan engañó a Nahuel Molina en la caja de Oblak con un recorte que llevó al argentino a hacerle, sin querer, la zancadilla. El problema, que su rival le clavó los tacos también en este lance, así que el árbitro acabó considerando esta falta y no la de su par.
Antes de este "uy", el Atlético ya había tenido el suyo propio en un gol anulado a Saúl por fuera de juego. En efecto, en una jugada en la que recibió un 'pase de la muerte' de Ángel Correa, este estaba adelantado en el momento de recibir la pelota rasa en profundidad. En la segunda mitad, los del Cholo volvieron a anotar una diana ilegal, esta de Correa, que estaba de nuevo en posición antirreglamentaria al cazar el rechace de una volea de Griezmann.
El 'MVP' pudo ser Griezmann; lo fue Mignolet
Es curioso cómo el partido pudo haberse resuelto por dos cauces y lo hizo por uno. En el primer escenario, el que no sucedió, Griezmann habría sido el 'MVP'. Lideró a los suyos en esa primera mitad en la que estuvo soberbio. Se vistió de Morata, de sí mismo y de todo lo que hacía falta para superar la línea defensiva rival aun sin ser un especialista en lo aéreo.
De esta manera, retó en varias ocasiones a un Mignolet que no solo le amargó el día, sino que le arrebató su destino. De haber marcado el francés, quizá, por lo motivado que estaba, incluso habría acabado firmando más de una diana. Con una, habría bastado para encarrilar el triunfo de los 'colchoneros' y para auparle como el 'crack' del día. Nada más lejos de la realidad.
Poco a poco y conforme el cansancio se instaló en las piernas de los futbolistas, su efervescencia de los compases iniciales se esfumó y nació como realidad el segundo escenario, aquel en el que el héroe fue Mignolet. A su gran contención de 'Grizzy' en el primer acto le añadió una serie de paradas fundamentales cuando el cronómetro se aproximaba al final.
Más mérito si cabe tiene esta empresa cuando el Brujas terminó el encuentro con un jugador menos en el campo. Sowah, después de protestar por una falta que le habían pitado a su compañero Balanta, indignó al colegiado, que le mandó a las duchas antes de tiempo. Este factor es importante porque desató una cascada final de ocasiones del Atleti que quedó en nada y encumbró al cancerbero contrario.
Casi se puede considerar milagro cuando el Cholo Simeone hizo entrar a Álvaro Morata, este dispuso de una oportunidad cristalina a bocajarro en el rechace de un córner y ni por esas firmó la victoria. El hombre de las 200 paradas hizo una más, esta con la cara, al posicionarse donde debía y no tenerle miedo a un balonazo que, por mucho que le doliera, valió por un pase a octavos.
El Brujas, a octavos; el Atleti se la juega
Contemplando las consecuencias desde este partido con la clasificación delante, afloran dos conclusiones: que el Brujas está clasificado a octavos y que el Atlético se ha complicado mucho. Las matemáticas garantizan la presencia de los belgas en la próxima fase porque prácticamente ninguna combinación de resultados de sus rivales los pondría en peligro (quizá un triple empate rocambolesco, improbable y numéricamente impensable).
Sus tres de tres victorias en el arranque de la temporada europea y este empate han terminado siendo suficientes para coronar a una plantilla que ha dado la sorpresa. Con nombres menos conocidos por lo general más allá de un Jutglà del que se sabe mucho por su reciente estancia en el Barcelona, han pasado de 'cenicienta' a reina de su grupo.
Los del Cholo Simeone, por contra, se ven en una situación inesperada y cruda. Han de vencer en los dos partidos que les quedan con el rabillo del ojo clavado en las actuaciones de sus rivales. Para el espectador neutral, esto es una delicia: los rojiblancos podrían formar parte del final de fase más atractivo del campeonato.