Si eres aficionado del Atlético de Madrid, sabes de sobra que no te puedes ir del estadio hasta el pitido final, porque cualquier cosa puede pasar. Memphis volvió a ser el ángel de un conjunto rojiblanco al que le costó superar a un Rayo bastante peleón y sin complejos, pero que sucumbió en un Metropolitano que es un fortín inexpugnable. Otra gran noche para la parroquia 'colchonera'.
Los pupilos de Francisco comenzaron con mucha intensidad y ganas el encuentro. Apretaron en la salida de la pelota de los rojiblancos y no dieron ni un respiro a su rival. Aun así, las ocasiones no terminaron de sucederse.
Por su parte, el Atleti inició algo disperso el choque. Demasiadas pérdidas del esférico y falta de fluidez de las ideas. Tan solo Riquelme pareció estar con esa chispa de más para generar peligro en ataque. El '17' fue un rayo por su banda y demostró su personalidad y desparpajo en cada jugada de peligro que protagonizó.
Poco a poco, el encuentro se fue animando en lo que a las ocasiones se refiere y ambos conjuntos pisaron más el área de su rival. Fue en el 27' cuando llegó la madre de todas las polémicas. Memphis jugó con Correa, que recibió en el interior del área, se marchó de Dimitrievski, que molestó lo justo, y buscó su remate a portería. Sin embargo, Lejeune salvó bajo palos la pelota.
No obstante, Soto Grado detuvo el juego y se llevó la mano al pinganillo. ¿Para qué? Pues bien, el balón sí había traspasado por completo la línea del gol, pero fue el argentino el que estaba ligeramente adelantado, por lo que el tanto no iba a subir al marcador por posición antirreglamentaria.
Esa vez lo rozó el Atlético, pero ya había ganado protagonismo y eso lo iba a aprovechar. Tanto que, en el minuto 35, el conjunto rojiblanco se adelantó en el marcador. Centro preciso de Riquelme desde la izquierda a balón parado y Reinildo se alzó por encima de su par para cabecear el esférico al fondo de la red y colocar el 1-0 en el electrónico en lo que fue su estreno como goleador 'colchonero'.
Llegaron los mejores minutos del Atleti sobre el césped, aunque el Rayo no se dio por vencido. Tanto que, en una jugada en la que pilló desprevenida a la zaga rojiblanca, Isi tiró una pared en la izquierda y Chavarría vio a Álvaro García solo en la medialuna del área. El '18' recibió, controló y se sacó un potente disparo a la cepa del poste izquierdo de Oblak para colocar el 1-1 en el marcador.
Fue un varapalo para el conjunto rojiblanco, que ya se saboreó marcharse con ventaja al descanso. Eso sí, salió con ganas y muy participativo en el arranque de la segunda mitad. No sufría el conjunto local, aunque tampoco dio ese paso hacia adelante para conseguir el segundo.
Eso mismo vio el Cholo Simeone, que metió toda la carne en el asador y dio entrada a Griezmann, Lino y De Paul para que sacasen al Atleti del jaleo en el que se podía estar metiendo. Y, en efecto, los rojiblancos mejoraron de cara a la portería contraria.
Fueron llegando más al área defendida por Dimitrievski y metiendo el miedo en el cuerpo a su rival. Sin embargo, el Rayo aceptó el reto y ni mucho menos se arrugó. Álvaro García se quedó solo ante Oblak tras un error, pero el '18' se animó con una vaselina que atrapó sin problemas el esloveno.
Superado el ecuador del segundo tiempo, el Atlético ya tomó el control por completo, volcándose en la portería rival y con el objetivo del segundo gol entre ceja y ceja. Ahí apareció un conjunto de Francisco muy entero y con las ideas muy claras en defensa. Juntos, sin dejar hueco y encimando en todo momento a sus adversarios cuando la pelota estaba en su poder.
El choque entró en la recta final y el Rayo se abalanzó hacia la portería contraria, aunque no consiguió su cometido. Sí que lo hizo el Atleti en el 81 y por mediación de Memphis, que le ganó la espalda a la defensa y batió al meta rival en el mano a mano. No obstante, Soto Grado fue alertado una vez más por el VAR, que revisó la posición del atacante neerlandés, el cual estaba ligeramente adelantado y el 2-1 no subió al marcador por un fuera de juego milimétrico.
La épica se volvió a dejar caer por el Metropolitano
El partido ya agonizaba, pero no conoces a este Atleti si no sabes que un partido no está resuelto hasta el pitido final. Así pues, los rojiblancos siguieron fieles a su ADN y buscaron el gol.
Un gol que llegó en el 90', con garra, épica, coraje y mucha voluntad. La luchó Griezmann con Chavarría, la ganó, se apoyó en Molina y este se la devolvió, y la puso al corazón del punto de penalti. Memphis, astuto y rápido, se metió entre los dos centrales y remató casi llorando la pelota. La tocó Dimitrievski, pero no pudo blocarla y el esférico tocó la red para que el 2-1 fuese una realidad.
Se desató la locura y el éxtasis en un Metropolitano que volvió a vivir una gran noche. Reclamó falta Chavarría, pero tan solo fue un leve forcejo del '7' y así lo estimó Soto Grado. El colegiado puso fin a un partido agónico que se decantó para el lado del Atleti, que sumó su 5ª victoria consecutiva y su 28º compromiso sin perder en su fortín, lo que supone un nuevo récord en la era Simeone como técnico rojiblanco. ¡Qué ángel tiene este Atleti!