El Betis, poco a poco, va engrasando la maquinaria. El equipo de Manuel Pellegrini se impuso al Aris Limassol por 4-1 gracias a los goles de Borja Iglesias, Aitor Ruibal, Marc Roca y Ez Abde, aunque en los minutos finales, la fiesta quedó manchada con el penalti fallado por Fekir, el gol de Kokorin y, sobre todo, la lesión de Claudio Bravo. El portero chileno pudo seguir, pero preocupa sobremanera de cara al derbi al estar Rui Silva también lesionado.
El cancerbero tuvo que ser vendado en la recta final tras evitar un 3-2 que habría manchado aún más lo que fue un partido de muy poco a mucho más. Y en un último disparo de los visitantes, sus gestos de dolor provocaron unos murmullos en el Benito Villamarín que dejaron patente la preocupación de cara al partido ante el Sevilla.
Antes ya se oyeron en las gradas debido a ciertas fases dubitativas. Vaná salvó al Aris con 4 paradas en 3 minutos. Mandó a córner un tiro lejando de Carvalho, le sacó un pie salvador a Rodri, voló para despejar un disparo de Luiz Henrique y salió del área para, con el cuerpo, taponar el intento de Ez Abde.
Babicka, que ya asustó en la ida, avisó con varias carreras a la contra que descuadraban a la zaga local. En una de ellas, buscó portería con un zurdazo que se fue a córner tras dar en un defensa. Y en el 20', el Aris hizo contener la respiración en el Villamarín con un gol de Montnor que fue anulado por fuera de juego.
Mejoró el Betis tras varios minutos de despiste y, fruto de ello, llegó el 1-0 tras un par de intentos de Luiz Henrique y Rodri. En el 34', Borja Iglesias adelantó al Betis y marcó su primer gol de la temporada. Luiz Henrique comenzó la jugada con un sombrerito y un cambio de juego a todo lo ancho a la izquierda. Allí, Abde se asoció con Abner, que puso un balón al área chica para que el 'Panda', de primeras, abriese la lata. El '9', por cierto, pudo hacer doblete un minuto después, pero remató horrible cuando lo tenía todo para hacer el 2-0.
Comenzó la segunda parte antes para el Aris que para el Betis. Marcaron incluso los chipriotas por medio de Bengtsson, pero el VAR avisó al colegiado de un ligero fuera de juego. Empezó a protestar la grada ante un equipo dormido que, eso sí, despertó poco después para sentenciar el choque.
En el minuto 64, llegó el 2-0 con el que comenzó la fiesta. A Vaná se le doblaron las manos ante el zapatazo de Aitor Ruibal, que le pegó con mucha más fuerza que colocación y empezó a poner a pensar a los suyos en el derbi. Y más aún lo hicieron cuando, en el 72', el colegiado revisó y pitó un penalti a Isco y el malagueño le cedió la pelota a Fekir, que estaba entrando en ese momento. Sin embargo, el francés erró la pena máxima. Vaná con una estirada abajo a su izquierda, salvó el 3-0.
Fue como un jarro de agua fría antes del éxtasis final. Todos esperaban una fiesta redonda, pero esta tuvo sus altibajos en los minutos finales. Y es que Marc Roca hizo olvidar el penalti con el 3-0 en el 79'. Con poco ángulo, cruzó un balón con la izquierda que, tras dar en el palo, se coló en la portería del Aris.
Abde se topó con el palo antes del gol visitante. Kokorin puso el 3-1 en un ambiente que se terminó de enrarecer con Bravo, que salvó el 3-2 a un precio altísimo. Rui Silva está lesionado y el chileno, a tenor de sus gestos, del vendaje y de su cara con la última parada, podría ser baja en el derbi. Ya en el añadido, Abde, tras una asistencia genial de Isco de espuela, hizo el definitivo 4-1 que no terminó de quitarle al bético la cara de preocupación.