Cuando tratas de luchar por algo que piensas que nunca puede llegar a producirse, lo más normal es que todo el mundo te apoye con una frase para animarte: "Lucha por tus sueños". El Girona, que está codeándose con los más grandes del fútbol español, dio un paso más hacia el gran objetivo que no es otro que jugar la Champions por primera vez en su historia.
El equipo de Míchel, tras el tropiezo en Mallorca, recuperó el sabor de la victoria gracias a Portu, que estuvo inconmensurable, y Savinho, que se desquitó con un tanto marca de la casa tras un penalti no pitado y un gol anulado. El brasileño llevó la tranquilidad a Montilivi, que estaba inquieto porque Osasuna dio mucho castigo durante el partido.
Portu pone color
Osasuna es un rival que siempre complica la vida a sus rivales cada vez que sale a un partido. El Girona no iba a ser menos y los catalanes sufrieron durante los primeros instantes ante un contrincante que presionó muy arriba. Los de Míchel tuvieron dificultades para salir con el balón jugado, pero consiguieron desquitarse de ello a los 13 minutos.
Tras un gol anulado a Dovbyk por fuera de juego -el ucraniano recibió muy solo en una acción marcada por una pérdida de Sergio Herrera-, los gerundenses se adelantaron en el marcador por mediación de Portu. El murciano aprovechó la titularidad con gol gracias a un balón filtrado de Tsygankov, que dejó prácticamente libre de marca a su compañero para que cruzara y batiese al guardameta.
El Girona se animó con el 1-0 y Eric García, que subió en un momento dado, probó fortuna en una gran acción combinativa de su equipo, pero taponó Moncayola. Conforme fueron pasando los minutos, el dominio de los locales bajó de nivel y permitió a Osasuna tener sus opciones en campo contrario.
Los 'rojillos' lo intentaron con un cabezazo de Herrando que se marchó desviado, un disparo cruzado de Mojica y un chut colocado de Moncayola, que vio cómo la pelota estuvo a centímetros de entrar por la escuadra izquierda. Pese a estar por debajo en el marcador, los navarros no bajaron los brazos y le hicieron saber a los gerundenses que estaban muy vivos.
Savinho se desquita
Tras la reanudación, el guion de partido no cambió y Osasuna seguía erre que erre en su misión de seguir siendo un incordio para el Girona, que sabía que necesitaba un segundo tanto para acabar con la rebeldía de su oponente. El mismo no llegó hasta la recta final tras el empeño de un Savinho que protagonizó las acciones más peligrosas del segundo acto.
Tras una oportunidad errada por Dovbyk y una jugada fantástica de Blind que rechazó Herrando, el cuadro gerundense sufrió un contratiempo inesperado con la lesión de Tsygankov, que tuvo un problema en su rodilla derecha. A pesar de ese bajonazo que supuso el adiós del ucraniano al partido, Savinho se encargó de activar a todos de nuevo.
El brasileño, cuando iba a culminar una gran acción combinativa, fue desequilibrado en el área por Catena y el árbitro no vio nada punible. Eso desató la ira de Montilivi, que estuvo cerca de celebrar el 2-0 en un testarazo de Dovbyk que en la misma línea evitó Sergio Herrera. Estaba claro que el segundo iba a llegar tarde o temprano y entró a escena en la recta final.
Después de mandar al limbo Stuani una pelota en un mano a mano, Savinho, que vio cómo le invalidaron en el 85' un gol por falta previa de Stuani sobre Unai García, se desquitó 1 minuto después con el gol de la tranquilidad. Taconazo exquisito de Aleix García y el atacante, con el exterior de la pierna izquierda, la puso en el lado izquierdo para desprender felicidad en el recinto.
El Girona consiguió amarrar otros tres puntos que le permiten volver a la 2ª plaza y seguir la persecución al Madrid, que está momentáneamente a 4 puntos. El Barça cayó de nuevo al tercer puesto, mientras que la distancia respecto a la frontera de la Champions -con el Athletic en la 5ª plaza- está ya en 12 puntos. El sueño está más cerca que nunca.