Entre el querer y no poder y el conformismo
El Granada y el Mirandés empataron (0-0) en Los Cármenes y el cuadro nazarí puso fin a una racha de dos victorias seguidas y que permite volver a sumar, tras dos derrotas consecutivas a domicilio, a los 'jabatos', que se conformaron con el punto obtenido.
El equipo andaluz dominó casi por completo, pese a su falta de fluidez en la circulación de balón, en una primera parte que registró la lesión del lateral local Miguel Ángel Brau.
El meta Raúl Fernández evitó el gol local con sus intervenciones hasta en tres ocasiones, las dos primeras en los minutos iniciales ante el georgiano Giorgi Tsitaishvili y después tras el disparo mordido del argentino Lucas Boyé.
El Mirandés defendió con orden y se acercó poco a la meta contraria, aunque pudo marcar en un par de opciones claras de Urko Izate, primero con un tiro al palo y después con un chut cruzado que sacó bien con el pie Luca Zidane.
La tónica de la segunda parte fue similar, aunque las ocasiones de gol desaparecieron y solo destacó una media chilena de Alberto Reina para los visitantes que hizo trabajar al guardameta nazarí.
El Granada, el más necesitado y que además jugaba en casa, se volcó en los últimos minutos en busca del triunfo, pero el Mirandés se defendió sin problemas y no pasó apuros para llevarse un punto que le supo a triunfo.
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