Cada vez que hacía las maletas para competir lejos de casa, temblaba. Pero esta vez fue diferente y reflejó un papel digno de Champions League. El Athletic Club superó a Las Palmas por 0-2 en la batalla por Europa de la jornada 28 en Primera División. Era la oportunidad para los canarios de fantasear con la Conference League, hasta que Gorka Guruzeta y el mal de ojos de Saúl Coco decantaron el resultado definitivo para el bando de Ernesto Valverde.
Que no solo tiene su presencia garantizada en la final de la Copa del Rey, donde peleará contra el Real Mallorca por la gloria. Cada vez ve más factible su aventura en la próxima edición de la máxima competición del Viejo Continente. Esa que se sitúa a 2 puntos en la clasificación. La llave la tiene el Atlético de Madrid con 55 unidades. Y los vascos poseen 53. El decálogo de las fechas que restan para el final del cuento dictarán sentencia en una guerra campal por el sueño.
La vida misma
Desde el instante inicial, se vio el guion fácil. El que se esperaba. Mientras que el conjunto de García Pimienta confiaba en su juego combinativo sin conceder regalos al oponente. El que tardó en iniciar la presión alta en campo contrario, aunque fue a más con el paso de los minutos. No obstante, a ambos bandos les costó la vida misma inquietar la portería rival. Oihan Sancet rompió el hielo con un cabezazo forzado que no encontró los 3 palos tras la mala salida de Álvaro Valles.
El sufrimiento reinó en el planteamiento local. Con la 1ª titularidad de José Campaña, a Kirian Rodríguez se le acumuló el trabajo y dio la sensación de que tanto Íñigo Ruiz de Galarreta como Beñat Prados le secaron por completo. En la ejemplificación de que si arriesgas, ganas. Y fue entonces cuando apareció la diferencia. Ese jugador que volvió tras cumplir sanción, es el pequeño de los hermanos de moda y vive la mejor temporada de su vida. Él es Nico Williams.
El malabarista
El malabarista que porta el '11' coqueteó con el balón. De una bota a la otra. Mareando a Munir El Haddadi. Y de ahí... a la cabeza de Gorka Guruzeta. El centro a la cazuela llevaba música incorporada. Sergi Cardona se confió y perdió la marca del '12', quien entró como un trasatlántico para alcanzar el fondo de las mallas. 0-1. La realidad del verde se trasladó al marcador, que hizo justicia al término del primer acto. Con la fantasía de la Champions League en el aire. Más que nunca.
La reacción de Las Palmas tenía que palparse en el ambiente desde la reanudación. Y así fue. Antes de los ingresos de Enzo Loiodice y Marvin Park por Alberto Moleiro y José Campaña, Kirian Rodríguez tuvo la más clara para los amarillos hasta ese momento. El líder de los anfitriones volvió a demostrar su capacidad de llegar desde 2ª línea y remató como pudo con la zurda desde la olla. Sin embargo, Unai Simón respiró con un lanzamiento que se marchó por línea de fondo.
Mala (o buena) suerte
Esto del fútbol es cuestión de perspectiva. Mala (o buena) suerte. Pues bien, la negativa amargó a Saúl Coco y la positiva alegró a Dani Vivian. Unai Gómez saltó al verde y botó un saque de esquina desde el perfil diesto a las primeras de cambio. El centro precipitó sobre la disputa entre ambas torres. La anfitriona, enfocada en frenar la progresión del huésped, contactó con el cuero sin querer con el pequeño detalle de que formó un remate inalcanzable para su portero. 0-2 y jarro de agua congelada en Siete Palmas.
Y esto no fue todo. El Estadio de Gran Canaria pudo llevar en volandas a su equipo a por el empate, pero el destino escogió su favorito. Marvin Park se las ingenió para fabricar el 1-2 con un potente zurdazo. Hasta que Ortiz Arias detuvo el tiempo. La repetición mostró cómo Sandro Ramírez, en fuera de juego, modificó la trayectoria y despistó a Unai Simón. El gol anulado de los insulares se juntó con la lesión de Yuri Berchiche. Otro varapalo físico para el '17' con la final de la Copa del Rey en mente.
No está todo dicho
Álex Berenguer no solo ocupó el lugar de Nico Williams, sino que se reencontró con el gol. Pero el colegiado lo negó por mano en la disputa con Sergi Cardona. Precisamente, el '3' local perdonó la diana de la honra sobre el tiempo de añadido. En un mano a mano, apostó por el remate raso. Gol cantado, pero el '1' vestido de negro pulsó el botón de pausa. Un pie prodigioso con el que avisó a Luis de la Fuente, presente en la grada, de que está más que preparado para la Eurocopa.
Con el triple pitido final, se confirmó: no está todo dicho. El Athletic Club presentó un planteamiento visiblemente mejorado a domicilio y digno de Champions League. 2 puntos es la distancia que le separa del Atlético de Madrid. Ambos cruzarán sus caminos a finales de abril en el Cívitas Metropolitano. La que promete ser la pugna definitiva para saber cuál de los 2 presentará mayor número de credenciales para pasearse por la élite del Viejo Continente la próxima temporada.