En el fútbol, un gol puede maquillar muchas cosas. Y si es un golazo, aún más. Así lo hizo Ivan Rakitic, quien, con un zapatazo en el minuto 79, igualó el 0-1 de Ayoze en un derbi en el que, si bien no extraña la 'X', tuvo más color verde que blanco sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán.
No fue un partido lleno de ocasiones, llegadas y desenfreno ofensivo. Tampoco nos engañemos, no lo suelen ser los derbis, así como tampoco las finales o los partidos a vida o muerte. Y es que esto, en Sevilla, siempre lo es, aunque sea una muerte con posibilidad de resurrección cuando llegue el siguiente derbi.
Se hicieron de rogar los goles, que no aparecieron hasta la recta final. Antes, el Betis fue el equipo que más hizo morderse las uñas al seguidor rival. De hecho, en el primer minuto tuvo Isco un cabezazo franco que dirigió al único sitio en el que no había paso libre hacia el gol: las manos de Dmitrovic. Fue un aviso de lo que estaba por verse.
En el 15', Héctor Bellerín marcó, pero no valió. Había fuera de juego en el inicio de la jugada. Guido, que cabeceó la falta que, posteriormente, acabó en el gol del lateral, estaba adelantado. Le pegó desde la frontal y, tras dar en un defensa, había marcado el ex del Arsenal un tanto que, sin embargo, no subió al marcador.
Y así fue el guion del primer tiempo. Un Sevilla bloqueado y sin ideas apenas dejó nada en lo ofensivo. Quizás no les extrañe demasiado a aquellos que vieron la Selección Uruguaya de Diego Alonso en el Mundial. Fran Vieites, portero que tuvo que jugar por las lesiones de Rui Silva y Claudio Bravo, podría haber estado como un flan que, posiblemente, el Sevilla ni se habría dado cuenta. Dos tiros desviados de Rakitic y Navas, posiblemente con la intención de probar los nervios del meta, fue todo el arsenal de los locales.
Por su parte, los de Pellegrini, guiados por el siempre descarado Isco, tuvieron tres acercamientos peligrosos. En el 34', Miranda llegó en el segundo palo y remató un centro que repelió Dmitrovic. El rechace le cayó al propio '3' del Betis, que, sin portero y algo forzado, remató alto. Un minuto más tarde, Isco estrelló un disparo desde la frontal en Willian José. Y ya en el 44', Pedrosa salvó el tanto del malagueño. Lo hizo muy bien el '22', que recortó a su propio compañero Miranda antes de pegarle con la derecha. Iba el balón al palo derecho de Dmitrovic, pero el pie de Pedrosa salvó al Sevilla.
Ya en la segunda parte, se agitó el partido. En-Nesyri, en el primer minuto, remató desviado un saque de banda de Ocampos. Fue el aperitivo del atracón de ocasiones seguidas que se dieron en 5 minutos. Ayoze le pegó al palo tras un gran recorte en la frontal y, justo después, Gudelj probó con un zapatazo que se marchó desviado. En el 61', Pedrosa se encontró con un balón franco cerca del pico del área y soltó un latigazo que se marchó demasiado cruzado. Y un minuto más tarde, recortó en una baldosa a su par en el área y reventó un balón que repelió Dmitrovic.
Un Ayoze decisivo y un Rakitic maquillador
El 0-1 llegaría después de este arreón de ambos equipos y después de un remate de En-Nesyri que podría firmarlo el que les escribe. En el 72', Ayoze, que hasta hace poco se quedaba demasiado en la orilla, volvió a ser decisivo. Recogió un rechace en el área para, de primeras y con la zurda, poner el 0-1. Dmitrovic falló en el despeje y dejó la pelota muerta en el área tras el envío de Isco desde la derecha.
El gol, como se esperaba, espoleó a un Sevilla que, más que los ánimos, recibía las presiones y quejas desde la grada. Todo eso, así como el resultado y la pocas propuesta ofensiva, quedó maquillado en el 79' por Rakitic, aunque, como maquillaje que es, se quedará en la almohada esta noche y mañana tocará mirarse al espejo y ver, de nuevo, la realidad.
Lukébakio le cedió la pelota a Rakitic, que estaba en el balcón del área. El croata, con la parte externa del empeine, teledirigió la pelota al fondo de la portería. Ni el vuelo de Vieites pudo evitar un 1-1 que sería definitivo pese al tanto anulado a Ayoze en el 81' (el balón salió claramente por línea de fondo) y a las varias ocasiones que dejó la recta final.
En el 82', Luiz Henrique cruzó en exceso su cabezazo con parábola, mientras que, en el 84', Vieites respondió con una buena estirada al intento de Suso desde la frontal. Ya en el 90', Guido, con un tiro envenenado, estuvo a centímetros de sorprender a Dmitrovic. Y en el añadido, Bellerín, con un centro-chut que salvó el meta local, Pezzella, con un cabezazo en un córner, y Gudelj, con otro zapatazo con su sello que se fue desviado, rozaron el 1-2 o el 2-1. Pero ya nadie pudo con una 'X' que debe hacer pensar, sobre todo, a los sevillistas.