Cuando la convivencia en Yugoslavia estalló por los aires a comienzos de los años 90', el mundo del fútbol también se quebró. El Dinamo de Zagreb fue uno de los más firmes defensores de la 'independencia' de la Federación Croata. Tal era su determinación por dejar atrás a la extinta Federación y lo que representaba que hasta cambió su nombre.
El Dinamo de Zagreb fue uno de los fundadores de la Liga Croata (Prva HNL), pero no compitió con esa denominación. Durante sus primeros años en la Croacia independiente lució el nombre de HASK Gradjanski.
El motivo era simple: quería romper con el pasado de una Yugoslavia unida, y por ende con la denominación 'Dinamo', tan habitual en clubes de Europa del Este (en este caso, asociado aunque independiente de la Sociedad Deportiva Dinamo).
¿Cómo lo hicieron? Volviendo al pasado. A antes de 1945, cuando Yugoslavia se reunificó tras la Segunda Guerra Mundial. A cuando el Dinamo de Zagreb no existía como tal.
Las nuevas autoridades lo formaron a golpe de decreto, con la disolución de los tres clubes más importantes de la localidad: HASK, Gradjanski y Concordia.
Los tres eran sospechosos a ojos del nuevo gobierno de haber sido colaboracionistas con el siniestro Estado Independiente de Croacia (títere del Tercer Reich y responsable de algo tristemente habitual en aquella región, una limpieza étnica).
Como esos tres clubes compitieron en el campeonato croata en aquellos oscuros años, fueron disueltos. Y lo mejor de cada uno se utilizó para crear un nuevo equipo, el Dinamo de Zagreb. Era el 9 de junio de 1945, y comenzaba una nueva etapa.
Lo cierto es que la depuración de HASK, Gradjanski y Concordia no fue tal. Varios de sus dirigentes, quienes quizá fueran más responsables que nadie de la colaboración con el anterior régimen, se integraron sin mayor problema en la estructura del nuevo club, y sus mejores futbolistas, también. Hasta los aficionados abrazaron el proyecto sin recelo.
Por algún motivo, en aquella Croacia de nuevo independiente de los años 90 parecía buena idea mirar al oscuro pasado de la región, previo a 1945, para olvidar a la Federación. Cosas del nacionalismo, imagino. En consecuencia, el Dinamo renegó de su denominación y adoptó un nuevo nombre con ecos del pasado: HASK Gradjanski.
El problema fue que la idea, que sobre el papel sonaba genial, no encontró el respaldo esperado en la masa social del club. La 'marca Dinamo' era muy potente, y bajo esa denominación se había labrado un nombre en Europa (llegó a ganar una Copa de Ferias, antecedente de la Copa de la UEFA, en 1967).
Dos años después volvió a cambiar el nombre. Pasó a denominarse Croacia Zagreb. Nadie recordaba (y al parecer, menos con cariño o nostalgia) a los clubes de antes de la guerra, y hubo que tomar medidas. Y en aquella época, en medio de la Guerra de Yugoslavia, qué mejor que recurrir al nacionalismo para tener éxito. Pero tampoco convenció a los aficionados.
En el año 2000 se volvió a la denominación de 1945. Volvió el Dinamo de Zagreb, volvió el escudo que lució en su última época de la Federación, cuando se recuperó la bandera croata (estrella roja incluida, detalle que fue eliminado nueve años más tarde).
Y en 2011, con motivo del centenario de la fundación de Gradjanski, se añadió esa denominación al nombre del club. Denominación que, por cierto, significa 'cívico'.