El entrenador español, que no pudo contar con Eden Hazard durante este parón internacional a causa de su lesión, puso al equipo a girar alrededor de De Bruyne y su apuesta no le pudo salir mejor.
El centrocampista del Manchester City fue un líder imparable y de él nacieron los tres primeros goles: "Es el mejor creador de juego del mundo. Los mediocentros deben dar pases perfectos, asumir responsabilidad y marcar el ritmo, y Kevin hizo todo esto".
Tras sus tres pases de gol, también escribió su nombre en el marcador con el cuarto gol... pero para el propio De Bruyne el de este lunes fue un partido más: "No jugué un partido de clase mundial, hice mi trabajo. Ya miraré hacia atrás cuando termine mi carrera para ver lo que hice, pero ahora mismo solo quiero seguir ganando partidos".