Salvo algunos 'chispazos' de su indiscutible calidad, pocos alicientes le está ofreciendo Ivan Rakitic a Julen Lopetegui para que siga alineándole de inicio en un tramo clave de la temporada para los intereses sevillistas, como pocos -muy pocos- han sido también los encuentros en los que el del FC Barcelona ha recordado al que puso rumbo al Camp Nou desde el Ramón Sánchez-Pizjuán hace algo más de un lustro.
Ante su ex equipo, precisamente, mostró el suizo-croata su mejor versión, marcando además un gol que podría ser clave para que el Sevilla FC logre el ansiado billete a la final de la Copa del Rey. Pero no solo de goles viven los futbolistas, y eso que Rakitic suma 5 en lo que llevamos de temporada tras 34 partidos. Su falta de regularidad, como nos muestra BeSoccer Pro, le está pasando factura a un equipo que, aun cuajando un curso excelente, no se puede permitir esperar a nadie.
Por ello, no sería de extrañar que Lopetegui decidiese entregarle el timón del centro del campo a Óliver Torres, uno de sus frecuentes revulsivos y pieza importante en el sistema de rotaciones del conjunto andaluz en un contexto competitivo de los más exigentes a nivel físico que se recuerdan. Al igual que los de Banega en la 2019-20, última temporada de Rakitic en Can Barça, los promedios del extremeño mejoran bastante las prestaciones actuales del helvético.
Si bien Ivan Rakitic ha afrontado más duelos aéreos, recuperado más balones y sufrido menos pérdidas que el español y el argentino en las últimas dos temporadas, ha registrado peores números en cuanto a pases de todo tipo, asistencias, oportunidades generadas con éxito y duelos ofensivos ganados. Este año, eso sí, ha tirado más veces a puerta por 90 minutos que el ex del Oporto.
A sus 32 años, y con contrato en vigor hasta junio de 2024, el subcampeón del mundo afronta, probablemente, su peor momento de forma desde que debutó como profesional en el Basilea. De su capacidad de resiliencia y determinación dependerán que pueda revertir un declive que se prolonga ya más de año y medio, y responder así a la confianza depositada en él por parte de 'Monchi', pues la suya no fue, ni mucho menos, una apuesta barata.