No hay equipo como el Liverpool hoy en día. Los 'reds' son unas auténticas máquinas de matar, tal y como han demostrado en este 2019 que está por terminar.
Nadie ha sido capaz de batirse en duelo ante una plantilla que es sin lugar a dudas la mejor del mundo. El trabajo de Klopp con sus pupilos se ha visto recompensado con un año de ensueño.
A pesar de no optar a la Premier ante un City muy superior la pasada campaña, la Champions los encumbró ante los ojos del mundo entero. Salah y Origi devolvieron al club inglés al lugar que le corresponde.
Tras lograr la Liga de Campeones, la misión del Liverpool para la 2019-20 no era otra que repetir la hazaña y meterse en la pelea por la Premier.
De momento, el equipo va como un tiro en el campeonato y le saca con un partido menos 13 puntos al Leicester, su inmediato perseguidor.
El último golpe de los 'reds' ha sido en el campo del segundo, con unos 'foxes' que no pudieron hacer nada ante la exhibición de un tal Alexander-Arnold.
El lateral, el artífice de la eliminación del Barça en la pasada Champions, anotó un gol y dio dos asistencias para firmar un encuentro excelso.
El partidazo que se marcó es digno de ver una y otra vez en repeticiones. Sus compañeros tampoco se quedaron atrás y se dieron un paseo en Navidad.
Encima, la plantilla venía de un gran esfuerzo en el Mundial de Clubes, una competición que ganaron ante clubes como Monterrey y Flamengo.
Los campeones del mundo están demostrando que son de otra galaxia. No hay color.