Dicen que el ser humano saca todo su potencial y que es capaz de sobrevivir en los momentos más delicados, en aquellos en los que una persona puede debatirse entre la vida y la muerte. Es más, hay quienes tienen la voluntad de abandonarlo todo para correr detrás de un sueño.
Ya lo decía la leyenda del boxeo Muhammad Ali, que quizá en ella se ha podido apoyar Oumar Diakite, el protagonista de una historia -desvelada por Mariano Pozo del diario 'AS'- cargada de superviencia y amor incondicional por el fútbol: "Odié cada segundo de mi entrenamiento, pero me dije: 'No renuncies, sufre ahora y vive como un campeón el resto de tu vida".
Porque este joven futbolista de 20 años decidió emprender un largo y difícil viaje hasta llegar a España, ya que en Costa de Marfil no le dejaron otra opción: "Me di cuenta de que había un problema político dentro de la Federación de Fútbol de Costa de Marfil. Yo vengo del norte del país en la Federación están en contra de los jugadores que proceden de allí".
Oumar cuenta que dicha Federación llegó a pedirle una buena suma de dinero que su familia no pudo pagar al no tener tales ingresos, de modo que terminó sin ficha, sin plaza y sin pasaporte, pero este jugador de incansable y constante ánimo probó en Marruecos, en concreto, en el SCC Mohammédia. Sin embargo, Oumar no tenía los papeles suficientes y no pudo seguir en el equipo marroquí.
Por si fueran pocos los obstáculos en la vida del joven defensa, a todo este calvario se unió la muerte de su padre: "Yo soy hijo de la mujer más joven de mi padre y la situación familiar empeoró para mi madre y mi hermana con la muerte de mi progenitor. En general no podía vivir en las condiciones en las que estaba".
Después de esta trágica noticia, lo dejó todo. Fue aquí cuando decidió arriesgar su vida para intentar pisar la tierra de España. Oumar llegó a Mali tras estar un mes andando y de allí se fue a Mauritania para hacer "trabajos de mano obra en la construcción, como peón..."
En Mauritania, una persona que no conocía le aconsejó que fuera a Marruecos porque allí había un zodiac con el que podría alcanzar España y, como no, Oumar no se lo pensó dos veces. Kilómetros de camino, noches en vela, peligrosos bosques... todo ello para montarse en el que fue un barco de lujo para acercarse a su sueño.
Desde Alhucemas, la zodiac se echó al agua con 37 personas a bordo, pero una de ellas no pudo zarpar porque le mordió una serpiente en la cueva en la que inflaron la barca.
"Apenas nos desplazábamos en el agua y llegaba una nueva ola. La ola nos devolvía de nuevo atrás pero Dios nos ayudaba. Teníamos como pequeños bidones que cortamos para sacar el agua de dentro", contó Oumar.
Después de que el motor de la zodiac se rompiera y viendo que existía la posibilidad de morir ahogado, Salvamento Marítimo acuidó al rescate en el último momento: "Nos salvaron de una muerte segura".
En España, Oumar Diakite conoció a Paco, una persona que lo ayudó hasta encontrar una prueba en un histórico club malagueño, el Centro de Deportes El Palo. En la entidad paleña conocieron la tremenda historia de este joven y dicieron darle una oportunidad en el equipo filial mientras intenta legalizar su situación, con el que podrá seguir entrenando y mejorando físicamente.
"Claro que necesito ayuda, nadie deja su casa, su vida y pasa todo esto si no sufriera una difícil situación en su país de origen. El fútbol es mi pasión y me he jugado la vida para llegar aquí", explicó.
Recuerden su nombre: Oumar Diakite. Un joven de 20 años que esquivó la muerte en el mar por llegar a España para intentar cumplir el sueño de jugar en la élite del fútbol español.