El Real Madrid logró en Arabia Saudí la Supercopa de España y tuvo en Fede Valverde a su gran figura y salvador. El centrocampista fue designado como mejor jugador del torneo, pero dejó también una acción de lo más polémica y comentada.
Su dura entrada sobre Morata, que cortó una clarísima ocasión de gol del Atleti y le valió la roja, generó un gran debate sobre la deportividad de la acción y dejó bien claras la garra y competitividad que siempre atesoran los futbolistas uruguayos.
La acción, salvando las lógicas diferencias, trajo a la mente la protagonizada hace casi ya diez años por un compatriota suyo: Luis Suárez.
El hoy jugador del Barcelona dejó una jugada para la historia durante el duelo de Uruguay frente a Ghana en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.
En el último suspiro de la prórroga, con 1-1 en el marcador, el delantero charrúa evitó con la mano un gol que hubiera dado el pase al cuadro africano. El colegiado expulsó a 'Lucho' y decretó la pena máxima.
Suárez sabía que si no paraba ese balón, su equipo estaba eliminado; pero haciéndolo, Uruguay seguía con vida. Y así quedó demostrado: Gyan falló el penalti y Uruguay logró el pase a semifinales en la tanda fatídica.
Ahora, una década más tarde, el carácter ganador de los uruguayos asomó en un Valverde que se sacrificó y se jugó todo por el bien del equipo. Y, al igual que pasó con Suárez en Sudáfrica, el colectivo salió victorioso.