La carrera de Wayne Rooney como entrenador lleva en descenso desde su vuelta a Inglaterra. Comenzó cuando todavía se vestía de corto en el Derby County, exportó sus conceptos tácticos a la MLS de la mano del DC United y, partiendo del momento en que firmó un contrato con el Birmingham City, tan solo ha sido protagonista de malas noticias. Fue despedido de su anterior destino y, en su debut con el Plymouth Argyle, con el que está vinculado por una sola temporada, fue derrotado por 4-0.
La goleada se produjo a lo largo de la tarde de este domingo, en la primera jornada de la campaña en el Championship. El resultado es especialmente sangrante para sus pupilos porque lo encajaron ante un club con el que competirán directamente por el gran objetivo de este año, la salvación de la categoría. En el curso anterior, quedaron en la 21ª posición, solo una por debajo de sus verdugos en la inauguración del 24-25.
Curiosamente, en aquel periodo, el Birmingham que había prescindido de los servicios del legendario exdelantero descendió a la League One quedando precisamente por detrás del Plymouth, el actual destino del estratega. No se le puede atribuir toda la responsabilidad, eso sí, pues tan solo pudo dirigir 15 encuentros antes de que la directiva le comunicara su rescisión, que se formalizó el 2 de enero, o sea, hace algo más de ocho meses.
Las redes sociales ya han recogido visos de sobra del sentir de los aficionados del Argyle tras este ignominioso debut con Wayne Rooney a los mandos. Los hinchas se quejan de que la propiedad haya confiado en un entrenador que no ha registrado guarismos positivos ni sensaciones halagüeñas en ninguno de sus postreros trabajos, aunque, con la volatilidad que caracteriza al fútbol, conviene esperar a las próximas jornadas para refrendar el veredicto o verle cambiar.
August 11, 2024