El Birmingham City tuvo que llamar a seguridad para que ayudara a desalojar a Wayne Rooney de su Ciudad Deportiva en la mañana de este martes, cuando el club le comunicó que decidía prescindir de sus servicios tras 13 semanas al mando. El exentrenador del DC United en la MLS no había sido capaz de mantener al alza las expectativas de los británicos, que, con él al frente, pasaron de los alrededores del 'play off' de ascenso a los del descenso.
Gracias al periodista Tony Campari, se pudo saber cómo se sucedieron los acontecimientos en el cuartel del equipo en Henley-In-Arden, de donde el estratega no se movió en un buen rato. Ya habiendo sido notificado de su despido, pidió a los presentes que el director general del club, Garry Cook, fuera a hablar con él cara a cara. Curiosamente, Cook también es el CEO de la Liga de Arabia Saudí desde enero del año pasado.
El exdelantero también se quejó de un dinero que se les adeudaba a sus compañeros del cuerpo técnico y llegó a decir que no se marcharía hasta que el pago se saldara. En una escena surrealista con los futbolistas siendo invitados a salir por sus propios operarios porque, con su jefe ya en el paro, no había entrenamiento que llevar a cabo, el exjugador mandaba mensajes a sus allegados para hacerles saber lo indignado que estaba con que se le hubieran proporcionado tan solo un par de meses en el cargo.
Al final, Rooney dejó la Ciudad Deportiva en un convoy de tres coches privados y dio por cerrado el lío. Más tarde, el mismo redactor mencionado en el segundo párrafo de esta noticia filtró también que el entrenador había renunciado a su indemnización -tenía contrato hasta dentro de 3 temporadas- porque quería dejar el proyecto con integridad. Tras su primera experiencia en el Derby County y no despuntar mucho en Estados Unidos, la carrera de la leyenda del Manchester United en los banquillos se está presentando sinuosa en sus primeros capítulos.
January 2, 2024