No siempre se valora en la medida de los merecido la labor del portero. Pero si cuando salva goles se ha de reconocer, cuando, además, hacen que los suyos los metan, más aun.
Y es que el 0-1 de Cruzeiro, obra de Barco en el minuto 04:52, para ser exactos, comenzó a fraguarse concretamente 25 segundos antes. Y en la portería contraria.
Allí, Fabio permitió la posterior contra de los de Belo Horizonte con un paradón que dejó a Miguel Borja con la miel en los labios. El disparo, desde dentro del área, era potente, pero la mano izquierda de supo hacer su trabajo. Una acción salvador que unos 100 metros más adelante terminó de ser redonda para Cruzeiro.
13 de septiembre de 2018