El castillo de naipes del Milan poco a poco se derrumba. El cuadro de Pioli estuvo a punto de caer eliminado ante un Estrella Roja que se quedó a un único paso de asaltar San Siro.
La aparición de Gianluigi Donnarumma, con manos salvadoras en línea de gol, permitieron al Milan pasar a los octavos de final pese a no ganar ninguno de los dos encuentros de la eliminatoria.
Lo que parecía que iba a ser un partido fácil para el conjunto italiano acabó en que los de Pioli pidieron la hora para acabar con el sufrimiento del partido, pese a tener un hombre más.
Se puso por delante la escuadra 'rossonera'. Desde los once metros, tras una mano clara de Gbeljic a tiro de Krunic, Kessié marcó el 1-0 para el Milan.
Pero el Estrella Roja supo jugarle en los dos partidos al Milan. De hecho, pudo empatar nada más recibir un gol de no ser porque Gil Manzano anuló el tanto del cuadro serbio por mano previa.
Ni siquiera eso iba a acabar con las ilusiones balcánicas. De sangre caliente, el Estrella Roja puso el empate en el marcador con un buen disparo diagonal de Ben.
Ibrahimovic entró en el partido para dotar de más tranquilidad a un Milan al que se le pusieron las cosas de cara con la expulsión, por doble amarilla, de Gobeljic.
Estuvo a punto de respirar el cuadro 'rossonero', pero el propio Ibra se encontraba en fuera de juego al darle el gol a Saelemaekers. Ello azuzó al Estrella Roja, al que solo Donnarumma en línea de gol impidió una de las sorpresas del campeonato.
Sobrevive el Milan y lo hace gracias a su arquero. Queda el orgullo de un Estrella Roja que terminó sobresaltado con el colegiado al no concederle un último córner, incluso después de pitarlo.