Gran parte de la afición del Milan odia a Donnarumma, pero él no siente lo mismo. Desde que el portero abandonó el equipo 'rossonero' para unirse a las filas del PSG, ha levantado mucho resquemor en la hinchada de San Siro, que aprovechó ser anfitriona del Italia-España de la Liga de las Naciones para abuchearle y pitarle. Él, en el programa 'Le lene' de 'Italia 1', se mostró indiferente y recordó su pasado en la Serie A.
"Pasé ocho años en el Milan, así que siempre es emocionante volver a San Siro. Es normal que te decepcionen los abucheos. Me he criado aquí y siempre he sido aficionado del Milan, no se olvidan fácilmente esos ocho años. Siempre querré a los aficionados del Milan. Siempre seré uno de ellos", afirmó.
El presentador del 'show' le pidió que se 'probara' un tatuaje del escudo del Milan en el brazo izquierdo y el cancerbero, sonriente, accedió. Lo mostró a las cámaras -la captura del vídeo es la que encabeza esta noticia- y reconoció que le satisfizo bastante el resultado. "¡Está bien, está bien!", le dijo a su interlocutor.
Este le espetó a tatuárslo de verdad cuando vuelva a París para seguir con sus quehaceres en la Ligue 1, pero Donnarumma no se mostró tan claro en ese sentido y no le prometió nada: "Veremos, veremos...". Puede que lo bien que se ha tomado el odio de un gran sector de la afición milanesa termine por erosionar este sentimiento para que aflore de nuevo una buena relación.