Hay que temer a Leo Messi en cualquier minuto, en cualquier segundo. A principios de temporada ya aseguró que el Barcelona haría todo lo que estuviera en su mano para poder conseguir esa Champions League que tanto se resiste desde hace varios años y la palabra del capitán sigue siendo la misma. Doblete ante el United y a seguir.
Cuando a Messi se le pone un objetivo entre ceja y ceja puede llegar a ser imparable, algo que está demostrando a unas alturas de temporada en las que ya ha dejado atrás a Cristiano, Mbappé, Modric, Griezmann en la carrera por la Liga de Campeones y por la Bota de Oro.
El argentino está comenzando a cubrirse de ese preciado elemento químico que lo coloca entre el mejor de los mejores, pues ya lidera la tabla de goleadores de LaLiga y de la Champions, con diez y con 33, respectivamente.
Todos estos logros que tiene hasta el momento abren la puerta hacia el que sería su sexto Balón de Oro, premio que aumenta de posibilidades si termina levantando LaLiga, la Copa y la 'Orejona' en otro triplete histórico.
En el año, Messi podría celebrar otros tres trofeos azulgrana como capitán y, además, recibir el galardón al máximo artillero, por lo que serán argumentos más que suficientes para ser coronado a finales del 2019.
Cristiano, fuera de la batalla
La montaña de Cristiano Ronaldo se derrumbó con las pisadas de todo un gigante. El Ajax acabó tirando a una Juventus que llegó todavía con la moral por las nubes tras la gran remontada ante el Atlético, pero este equipo holandés sin tapujos y sin miedos es una máquina muy peligrosa que ha acabado con el portugués.
Quedarse fuera de la Champions lo ha dejado con muy pocas opciones de ser el número uno otra vez, aunque también de seguir con la etiqueta del 'Pichichi' de la competición europea, es decir, lo que había conseguido en las seis últimas campañas. CR7 tendrá que hacer borrón y cuenta nueva.
El delantero apareció ante el Ajax para abrir de nuevo la contienda y acabó con la mirada perdida tras el final, consciente de que, para él y para la Juventus, quedar eliminado era un fracaso, sobre todo por el dinero que pasó la entidad italiana para hacerse con sus servicios.
Cristiano tendrá que conformarse con un 'Scudetto' que es más una costumbre que un reto y hacerse el cuerpo de que Leo Messi va camino de arrebatarle el Balón de Oro a a él y a su ex compañero Modric.