El Rennes tenía claro que Camavinga iba a terminar haciendo las maletas más pronto que tarde y así fue. Juventus, PSG, Barcelona, United, Chelsea, Real Madrid... todos miraron de cerca a la gran perla francesa.
En el caso del Barcelona, el club llevaba rastreando y analizando al jugador un tiempo, en concreto, desde la etapa de Eric Abidal. Como informó 'Mundo Deportivo', el interés por el centrocampista continuó con Ramón Planes al frente.
Poco a poco, el Barcelona fue descubriendo que era el jugador ideal para ocupar en un futuro la posición de Sergio Busquets y los buenos informes arrojaron el visto bueno de la entidad en plena batalla por su fichaje.
El 'o.k.' estaba dado a nivel técnico tras analizar todas sus características, así que solo faltó entrar de lleno en la negociación. Antes de que eso ocurriera, el Real Madrid se adelantó y el Barcelona no pudo hacer nada, sobre todo por sus problemas económicos que sigue arrastrando.
En el Madrid, Camavinga comenzó con el mejor pie con un gol y una asistencia en sus primeras apariciones, de modo que dejó claro la talla y la clase de futbolista que es.