El Barcelona se la juega este sábado, a partir de las 21.00 horas, contra el Nápoles. En juego, más que un billete para los cuartos. Podríamos estar hablando del último partido de Setién en el banquillo azulgrana.
Y es que la derrota ante el Nápoles supondría un varapalo más para una temporada muy oscura de los 'culés'. Sin embargo, jugarán en casa, y eso ya de por sí es un aliciente para confiar en la victoria y la clasificación para unos cuartos que se le dan bien.
No pierde el Barça en casa en Champions desde 2013, cuando el Bayern arrasó por completo (0-3) al equipo de la Ciudad Condal, tanto en la ida como en la vuelta. Ha llovido desde entonces, pero el Barcelona tampoco está para tirar cohetes.
Además, las numerosas bajas que arrastra Setién para esta cita tan vital no permite pensar que la victoria sobre el Nápoles vaya a ser sencilla. El 1-1 de la ida en San Paolo dirá mucho en una eliminatoria todavía abierta.
El Camp Nou, por tanto, se erige en el salvavidas que necesita el Barça en estos momentos para levantar el vuelo, marchar a la fase final de la Champions en Lisboa y soñar con alzarse con un título especial.
A por la primera Champions sin la Liga
El Barcelona tiene otro reto por delante: ser capaz de conseguir su primera Champions sin tener que haber ganado la Liga Española previamente. Nunca lo ha logrado en la misma temporada.
Sorprende cómo el Barça siempre que ha ganado la Champions ha estado acompañado por el título liguero. Esta vez no será así, ya que el conjunto de Setién desperdició tras el confinamiento una favorable ventaja sobre el Real Madrid.