Benzema estuvo en el Bernabéu. Cuando gran parte de la afición lo dio por perdido tras su rotura de meñique en el Villamarín, Benzema, con su férula, 'levantó' el dedo y reivindicó su compromiso con la entidad.
Fue una noticia que empezó a pulular en el panorama deportivo el pasado lunes. Tan sólo un día después de lesionarse en Heliópolis, club y jugador parecían estar de acuerdo en evitar al quirófano.
Lejos de borrarse, el '9' del Real Madrid, en su décima temporada en Chamartín, decidió acudir a la llamada del equipo e intentar salvar la temporada a base de pequeñas batallas. La suya en particular, por un lado. Pero el trascendental duelo ante el Sevilla parpadeaba en el horizonte.
Empatados a puntos y tras el duro varapalo de la ida, la visita de los de Machín al Bernabéu creó un clima de imperante necesidad. La victoria por 2-0 les aupó a la tercera plaza y poco a poco empiezan a despejar el peso de la presión sobre sus hombros.
Junto a Casemiro y Modric, autores de los goles 'merengues', el papel de Benzema no pasó desapercibido. Ávido de fútbol, el francés nunca destacó por su compromiso y esfuerzo. Dos características que reluce con orgullo en el presente curso.
Con la marcha de CR7, el propio Karim lanzó un mensaje a través de los canales oficiales del club en lo que la afición blanca entendió como un paso adelante.
El año I después de Ronaldo parecía ser peor de lo que pintaban los escritos, pero 'Monsieur', en una muestra de voluntad, ha conseguido alejar los pitos y atraer los aplausos sobre la figura del '9'.